La reducción de la contaminación, que hoy en día se ha convertido ya en una amenaza para el planeta, debe ser una de las prioridades por las que trabajemos tanto instituciones como el conjunto de la sociedad. Hace unas semanas se llegaba a un acuerdo histórico en París en el que a nivel global se hacía una apuesta clara por tomar medidas contundentes para frenar el cambio climático.
En los últimos años, la Unión Europea se ha enfrentado a la mayor crisis económica de su historia reciente. Los Estados Miembros han sufrido en sus propias carnes una crisis económica sin precedentes, pero también han podido experimentar una sensación de seguridad gracias a la solidaridad europea. Somos parte de un club en el cual prima teóricamente el bienestar de todos por encima del interés nacional, aunque a veces sea difícil de conjugarlos.