Para un periodista, oír que el Ayuntamiento de Carmena es aburrido, es como escuchar que Esperanza Aguirre es mujer de pocas palabras o que Rita Maestre lleva el pudor por bandera. Pero, tras el segundo Vega-Sicilia, comprendí al aburrido concejal: en septiembre era divertido levantarse cada mañana con una nueva “Carmenada”, en diciembre no lo es en absoluto.
Lo que en un principio podía ser el sueño de todo partido en la oposición, se ha convertido en un quebradero de cabeza pensando en los años que aún quedan por delante. Cortes de tráfico por doquier, que los niños recojan las colillas del suelo o los famosos tuits del equipo de Carmena hacen de ser concejal en la oposición un auténtico aburrimiento. ¿Dónde está la gracia de buscarle las cosquillas a la alcaldesa si ya ella decide hacerse el harakiri cada vez que abre la boca?
¡Si es que a los concejales ya no les queda ni ser Reyes Magos en la cabalgata! El equipo de Ahora Madrid los ha sustituido este año por actores que cobrarán en torno a 1.000€. Alcaldesa, por compasión se lo pido, deje a los concejales al menos ejercer de pajes. Los socialistas de Causapié pueden hacer de elfos de Papá Noel y Villacís podría encargarse de comandar una carroza inspirada en la Reina de Saba – por el moreno imperecedero, ya me entiende. Y sobre qué hacer con Esperanza, mejor no le doy ideas.
A sus Reyes Magos con sueldo les pediré nubarrones cargados de lluvia para Madrid y para usted: cinco segundos. El tiempo necesario para pensar antes de soltar una “Carmenada” más.