Lo que no es tradición es plagio
La historia nos ha enseñado que la irrupción de una revolución artística o literaria, la aparición de una nueva corriente estética, la instalación de un fenómeno emergente original en el panorama de la creatividad o de una novedad que rompe los modelos sobre los que se asentaba el pasado, todos estos fenómenos, tienen como objetivo sustituir a la cultura anterior. Sin embargo, toda novedad tiene por fuerza que rendir tributo al pasado. Todos los ‘neo’, los ‘post’, los ‘tardo’, incluso los ‘ismos’, son deudores de los conceptos a los que sirven de prefijos o sufijos. Ningún artista podría haber desarrollado sus propias audacias si no estuviera familiarizado con el lenguaje de la tradición, que es el marco de referencia de todo proceso creativo.
El Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, acaba de cumplir 80 años, y para celebrarlo se ha realizado en la Casa de América de Madrid el seminario internacional 'Vargas Llosa: Cultura, Ideas y Libertad' los días 29 y 30 de marzo. Al lugar han asistido desde distintas partes del mundo grandes personalidades de la cultura y la política. El seminario fue inaugurado por el propio Vargas Llosa, quien es presidente de la Fundación Internacional para la Libertad, seguido por unas palabras de bienvenida del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y del expresidente José María Aznar quién dio la conferencia de apertura bajo el nombre: "Perspectivas para Iberoamérica".
Tras el cierre, decretado el pasado martes por el Ayuntamiento de Madrid con motivo de sobreaforo, el Teatro Bodevil se traslada de manera provisional a la sala Bucca Madrid a partir de este fin de semana. El teatro no permanecerá cerrado y continuará en activo con toda su programación.
En España el Carnaval no solo triunfa en las Islas Canarias, sino que también las famosas chirigotas de Cádiz; los disfraces de las calles de Badajoz; ‘Els enfarinats’ de Vinarós; el colorido de Sitges; la gomaespuma de Villarrobledo; o la fiesta en continente africano, entre otros.
Lo que Gianni Vattimo, Jean-François Lyotard o Gilles Lipovetsky llaman ‘la condición posmoderna’ comenzó a gestarse en la actual civilización europea desde poco después de terminada la Segunda Guerra Mundial y hoy es ya la cultura predominante en occidente. Vino a sustituir a la cultura moderna nacida durante la Edad Media y consolidada durante los siglos XV al XIX, época durante la que se habían construido los principios sobre los que ésta descansaba: la tradición clásica y las creencias religiosas de raíz judeocristiana. Durante todos estos siglos la fe y la razón fueron los principios sobre los que discurrió la cultura occidental, dos formas de conocimiento basadas una en la revelación y la otra en la inteligencia.