La repetición de las Elecciones Generales del pasado mes de diciembre ya ha tenido un elemento diferencial respecto a la convocatoria del pasado mes de diciembre: los líderes de los principales partidos políticos se han visto las caras en un debate a cuatro. Pero tal circunstancia quizás sea lo único novedoso y positivo.
Los asuntos relevantes que preocupan a los ciudadanos cedieron protagonismo ante las declaraciones altisonantes entre los primeros espadas de los partidos, que trataban de dejar fuera de juego a los oponentes y, en algún caso, intentaban forzar a alguno a que confesara con quien pactaría para formar gobierno.
Tras dos horas y media, pocas novedades en materia de ofertas sociales, sanitarias o educativas. Y algunos 'rifi rafe', poco clarificadores, sobre quiénes serán los socios potenciales para la formación de gobierno.
Esperemos que no haya una tercera jornada electoral este año, ya que supondría una situación de interinidad para el Gobierno que no favorecería a nadie.