Las mayores contribuciones al crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) son por parte del consumo de los hogares, que experimenta un crecimiento anual del 3,7% y por parte de las Administraciones Públicas, que presentan una variación anual en el volumen del 2,6%. La formación bruta de capital fijo ha registrado una tasa de crecimiento del 5,2%, con un descenso de 1,2 puntos respecto al trimestre anterior.
Las exportaciones de bienes y servicios rebajaron su ritmo de crecimiento, pasando del 5,3% al 3,7%, al igual que las importaciones, que cayeron del 7,7% al 5,4%.
El empleo ha sufrido un leve crecimiento, registrado una variación trimestral del 0,9%, tres décimas superior a la registrada el trimestre anterior. En términos anuales, el empleo creció el 3,2%, dos décimas por encima de la registrada en el trimestre precedente, lo que supone un incremento neto de 533.000 empleos equivalentes a tiempo completo en un año.
Como consecuencia de la evolución del PIB, que alcanza el 3,2%, lo que supone 1,1 puntos menos que en el trimestre anterior, el deflactor de la economía (la remuneración de los asalariados, el excedente de explotación y los impuestos netos sobre la producción y las importaciones) presenta una tasa del –0,2%, nueve décimas inferior a la registrada en el trimestre precedente (0,7%).
Con el repunte trimestral del PIB entre enero y marzo se encadenan ya once trimestres de avances, mientras que la tasa interanual acumula nueve trimestres en positivo, con crecimientos superiores al 3% en los últimos cuatro trimestres.