El suceso se produjo poco antes de las 13:30, hora a la que estaba prevista la llegada del vuelo. El piloto del avión, en el que viajaban 168 personas, tuvo que realizar una maniobra evasiva e inmediatamente la tripulación informó a la torre de control del aeropuerto, que posteriormente se puso en contacto con la Ertzaintza, la policía vasca.
Al no haberse localizado al dueño y no haber denuncia, “la Ertzaintza no investigará más por el momento este suceso”, según han explicado a la agencia EFE fuentes de la policía vasca.
De momento, el caso queda en manos de la Agencia Española de Navegación Aérea (AESA), la que tiene competencias sobre el espacio aéreo restringido en las cercanías de un aeropuerto, donde la ley no permite volar a los drones.