Cada 8 de marzo desde hace un siglo se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer. Esta fecha, como tal, surgió a raíz de los movimientos obreros de principios del siglo XX; pero el movimiento a favor de los derechos de la mujer tiene antecedentes remotos. El objetivo del día es conmemorar la lucha de la mujer por la igualdad de género en la sociedad. El sector laboral ha sido desde siempre uno en dónde más se ha podido apreciar esa desigualdad entre sexos; ya que el empleo de las mujeres es más precario, suele ser más a tiempo parcial y está peor remunerado.
Las estadísticas no engañan
Según datos de Eurostat del 2013, aproximadamente 120 millones de personas viven en situación o riesgo de pobreza y exclusión social, de las que un 54% son mujeres. Además, un informe reciente de la UE admite que, si se sigue en esta línea, llevará 70 años llegar a la igualdad total entre hombres y mujeres en Europa. “Cuando la impresión generalizada, al menos en muchos países de los considerados desarrollados, es la de que las vidas de las mujeres en dichos países están mejorando, las cifras desmienten este tópico” -señala Isabel Allende, directora de de la Red Madrileña de lucha contra la pobreza y la exclusión social (European Anti Poverty Network)
Hace unos días, Cruz Roja presentó su décimo informe de vulnerabilidad centrado en la situación de las mujeres a las que atiende. El dossier reveló que tres de cada cuatro viven en hogares de pobreza extrema; es decir, con ingresos inferiores a 450 euros. En el informe, la ONG destaca el fuerte impacto de la crisis en las mujeres, que hace que incluso las que tienen trabajo la sufran con mayor intensidad que los hombres por la baja calidad de su empleo. Asimismo, en las estadísticas del servicio estatal de empleo se encuentra otro dato que corrobora esta desigualdad: mientras casi tres de cada cuatro nuevos contratos firmados en enero por los hombres eran a jornada completa (72,6%), solo la mitad de los firmados por mujeres lo fueron (51,7%). Pero no todos son datos negativos, ya que, por ejemplo, a nivel mundial, la tasa de mortalidad materna disminuyó un 45% entre 1990 y 2013.
Por lo que respecta a la situación de las mujeres en los países pobres, la realidad es difícil: una de cada tres se casa antes de los 18 años y, a nivel global, una de cada tres sufre violencia sexual. En palabras de Ban Ki-Moon, secretario general de las Naciones Unidas: “son demasiadas las niñas y mujeres que siguen sufriendo malos tratos en el hogar, mutilación genital y otras formas de violencia que las traumatizan como individuos, dañando a la sociedad en su conjunto. La discriminación sigue siendo una dura barrera que se ha de romper”.
Este día 8 de marzo se ha celebrado en toda España con números eventos. Carmen Martínez, de 60 años, ha participado en uno de ellos. En este caso, una carrera popular en su ciudad natal, Toledo. Martínez considera positivos este tipo de eventos, pero aún así recalca que “sigue prevaleciendo la desigualad en la sociedad actual, sobre todo en el ámbito laboral, donde las mujeres cobran menos que los hombres por el mismo empleo”. De ahí la necesidad, afirma, de que no solamente desde el Estado se promuevan medidas igualitarias, sino que estas sean llevadas a cabo también sobre todo por los empresarios para que de esta manera se elimine esa brecha salarial.