Expertos investigadores de la Federación de Estudios Aplicada a la Economía (Ffedea) han analizado los PGE de 2013 para El País y consideran que “el aumento de ingresos por impuestos directos y cotizaciones sociales y la mayor parte del crecimiento de los ingresos por impuestos indirectos, se deben a los flujos asociados a las liquidaciones del sistema de financiación autonómico de 2010 y 2011, y no a las medidas adoptadas por el gobierno”. Lo que implica que las medidas llevadas a cabo por el Gobierno son insuficientes y no eliminan la posibilidad de un segundo rescate. Como solución señalan que el sistema impositivo no funciona y requiere una drástica reforma. Habrá que controlar cómo evoluciona la situación económica los próximos meses y ver si las acciones del ejecutivo tienen algún efecto positivo en la economía o si por el contrario solo empeoran la situación.
Son unos presupuestos, muy austeros, que reflejan los recortes ya iniciados, pero no los que podrían venir. Estos ajustes económicos, que parecen no ser suficientes, han provocado muchas protestas en todos los sectores de la sociedad. El mismo día de la presentación de los PGE se repitió la manifestación en las cercanías del Parlamento, bajo el lema “rodea el congreso”. Además durante los meses previos se han ido produciendo manifestaciones y protestas sobre los recortes, los más polémicos y los que afectan a un mayor número de trabajadores como a los funcionarios, y de sectores como a la sanidad y la educación pública.
La educación en España, un problema de todos
Los recortes que afectan a la educación también han hecho mella en los estudiantes universitarios como Samanta, estudiante de último curso de Turismo en la Universidad Rey Juan Carlos, se ha visto obligada a cambiar de profesor y de tema para su proyecto de fin de grado, debido al despido de este. Inmaculada, estudiante de Química en la Universidad de Alcalá de Henares, ha decido matricularse de menos créditos este año debido a la subida de tasas, a la vez que ha comenzado a estudiar un módulo con la esperanza de aumentar sus opciones laborales.
Algunos universitarios de grado optan por matricularse de menos asignaturas, mientras otros tienen que dejar la carrera puesto que no pueden pagar la matrícula sin la beca del Ministerio, la cual este año ha endurecido sus requisitos (el año anterior para obtener una beca estudiando Periodismo tenías que aprobar un mínimo de 80% de los créditos del curso anterior, entre otros requisitos, ahora es el 90% y en un futuro será el 100%).
En la mayoría de las Comunidades el número de alumnos se ha mantenido e incluso han aumentado. Pero el precio de los créditos en la matrícula se ha duplicado, por ejemplo, en la Facultad de Ciencias de la Información, los créditos han pasado de costar 12,07€ en el curso 2010-2011 a 21,32€ en el presente curso.
Una de las características de estos recortes, es la desigualdad en la aplicación de los mismos, entre unas Comunidades y otras. Mientras que en Madrid, Castilla y León, junto con Cataluña las matrículas universitarias se han encarecido de media 350-400€, en otras como Asturias y Galicia, no han modificado su precio respecto al curso anterior. Estas desigualdades se deben a la liberalización en la aplicación de los recortes y también al miedo de algunas comunidades a perder alumnos con la subida de precios, que se suma al endurecimiento de los criterios para obtener una beca.
Desde el sector de la enseñanza se han mostrado en contra de estas reformas por considerarlas “revanchistas e ideológicas”. Muchos de estos detractores se han unido en un manifiesto titulado Por otra política educativa, con esto los expertos pretenden “impulsar la reflexión, el diálogo y al participación”. Las protestas en contra de los recortes educativos se han autodenominado la marea verde y luchan por la defensa de la educación pública. En las manifestaciones y demás reuniones se identifican con camisetas verdes con el lema: escuela pública: de todos, para todos.
Los recortes afectan a todos los niveles educativos, por ello no solo los estudiantes se manifiestan, por primera vez, los padres también se movilizan. La educación es obligatoria hasta los 16 años, por ello los recortes afectan con especial dureza a las familias con hijos menores de esta edad. Los libros, el material escolar y los comedores son más caros ahora, y sin becas muchas familias no pueden pagarlo. Comunidades como Madrid, han eliminado becas de libros de texto y las ha sustituido por préstamos. Las ayudas de comedor también se han reducido un 29,3%, lo que ha provocado muchas protestas, por ello nació la idea de llevar tarteras al comedor para ahorrarse 6€ en cada comida, pero aún con las tarteras las familias tenían que pagar 3€ al colegio en cada comida, por lo que no es una solución económica para muchos. Estos cambios también afectan a los profesores, que ven rebajados sus sueldos o son despedidos debido principalmente al aumento de alumnos por aula, lo que implica que los profesores que no son despedidos, trabajen más horas, cobrando menos y enseñando materias para las que no han sido formados.
Otra de las principales críticas se dirige hacia la propuestas de las revalidas al final de las etapas educativas. Estos exámenes de evaluación que aún no están en vigor, se realizarán al terminar primaria (donde será necesario aprobarla para pasar al siguiente curso, en caso de no haber repetido anteriormente), la ESO y el bachillerato. El Examen de la ESO será distinto pues habrá dos, dependiendo de si se quiere continuar estudiando bachillerato o hacer una FP. Además en bachillerato, ya no habrá 5 ramas, sino 4, ya que el Gobierno quiere suprimir el bachillerato de artes.
Estos presupuestos están suponiendo un gran cambio en la sociedad y no parece que en su mayor parte sea para bien, por lo menos en materia educativa, donde todo son recortes que dificultan la libertad de aprendizaje de todos los actores de la sociedad, desde los más ricos a los más pobres.