‘2.826.549 razones’ es el nombre del estudio realizado por esta ONG, un nombre que denuncia la escalofriante cifra de niños y niñas que viven en riesgo de pobreza, que supone el 33,8% del total de menores de 18 años en nuestro país. El impacto directo que conlleva el desempleo, o los recortes en políticas sociales en la vulnerabilidad de los niños es la cara más amarga de la crisis. Además, según la organización, este porcentaje se ha ido disparando en los últimos años, ya que ha aumentado 7 puntos desde 2009.
El informe, quese basa en una encuesta realizada a un total de 127 familias, revela que el 84% se encuentra en una situación de privación infantil y arroja datos tan dramáticos como que el 24% de las familias consultadas afirmaron que sus hijos no comen frutas ni verduras todos los días, el 42% no puede celebrar un cumpleaños, el 21% no tiene un lugar seguro para hacer los deberes o jugar en casa y un 20% admite que sus hijos no han estrenado ninguna prenda de ropa ni tiene más de un par de zapatos.
"Sé que no hay dinero para comprar los juguetes que me gustan, ya que papá y mamá tienen que pagar la luz, el agua y todo eso, pero la crisis no nos afecta tanto". Son las palabras de Javier, de 10 años, que vive con sus padres y su hermana María, de 7, en una casa prefabricada gratuita en la que a veces tienen que engancharse al alumbrado público por no poder pagarlo. Se trata de uno de los casos reales relatados en primera persona que recoge este estudio. Lara, de 11 años, llegó incluso a regalarle a su madre los 30 euros que ganó en un concurso del colegio para que pagara las facturas.
Esta ONG recuerda que el Estado debe ser el garante de los derechos básicos de los menores reconocidos en la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) -ratificada por España en 1990- entre los que se encuentran el acceso a la educación, a un nivel de vida adecuado y al más alto nivel de salud. "Las medidas que se están adoptando para hacer frente a la crisis económica no hacen sino aumentar las dificultades para que todos los niños disfruten por igual de sus derechos" afirma en el informe Alberto Soteres, director de Save The Children en España;,y añade: "exigimos a las autoridades que adopten las medidas necesarias para asegurar la protección de los niños y las niñas frente a la pobreza (...). La infancia de este país no debe cargar con el pago de las consecuencias de una situación de la que no es responsable."
Y es que España es ya el octavo país de la Unión Europea con mayor tasa de pobreza infantil mientras el porcentaje del PIB que destina a políticas de protección social es del 25,19%, 3,7 puntos por debajo de la media de estos países. Por ello, Save The Children considera "insuficientes" las iniciativas aprobadas por el Gobierno hasta ahora, ya que aseguran que no existe una política específica para abordar la pobreza infantil en nuestro país.
Con el objetivo de cambiar estas cifras y comenzar a captar fondos, la organización ha iniciado la campaña de concienciación "Y a mí, ¿quién me rescata?" cuyos beneficios se destinarán a proporcionar atención familiar y educativa, servicios de psicológica y logopedia y ayudas directas a las familias.
España, uno de los lugares con mayor desigualdad
La crisis aumenta la distancia entre los extremos socioeconómicos en nuestro país, y es que según Intermón Oxfam las 20 personas más ricas de España poseen 7,2 veces más que lo que ingresa el 20% de los más pobres del país, unos 77.000 millones de euros. Unos datos, que según la organización, son el fruto de que el esfuerzo económico para encarar la crisis no haya recaído sobre las élites que más tienen y que se haya castigado más a las clases medias y a los desfavorecidos. A su vez, achacan la situación a la impunidad con que se ha tratado a los responsables de las catástrofes financieras, y la falta de una actuación contundente contra la corrupción política.
FUENTE: El País
Intermón Oxfam propone "tomar medidas claras para reducir la desigualdad, acabar con la riqueza y la pobreza extremas y promover los mecanismos que previenen que los intereses de las élites económicas y financieras sean los que marquen la agenda política, en detrimento de los intereses de la mayoría de la población".