Si hablamos en cifras, la tasa de paro desde finales de septiembre de 2012 se situó en torno al 25,02%, o lo que es lo mismo un total de 5.778.100 millones de parados en nuestro país. Uno de cada cuatro españoles mayores de 25 años se encuentra actualmente desempleado. Si reflejamos este dato en los jóvenes nos encontramos con que uno de cada cinco está desocupado, alcanzando esta cifra un 52,34% de la población activa.
Mejores perspectivas para los universitarios.
Y es que la crisis ha golpeado fuertemente a los menores de 25 años, haciendo que sus perspectivas a la hora de desarrollarse profesionalmente sean muy pobres dentro de nuestras fronteras. Esta situación ha hecho, durante los últimos años, que muchos de esos jóvenes volviesen a estudiar, retrasando el momento de abandonar el nido, de formar una familia y sobre todo de tener una independencia económica.
Los estudiantes más preparados tampoco se han salvado, hasta la fecha, del desempleo. Perspectiva que parece estar cambiando ya que, según últimos datos, el paro entre los menores de 25 años con formación universitaria ha descendido respecto a otros jóvenes con menor preparación.
La nueva tendencia podría deberse a varias razones como, por ejemplo, que ahora los recién licenciados acepten cualquier empleo, aunque sea de menor cualificación o pertenezca a otro sector profesional. También por el hecho de que muchas empresas han empezado a contratar a jóvenes sobradamente preparados, y que antes eran reacios a contratar ante el temor de que abandonasen el puesto por cualquier perspectiva mejor, o que las cifras de paro entre los jóvenes menos cualificados siga creciendo por la caída de sectores que aún no levantan cabeza, como el de la construcción.
Las profesiones con más futuro
Si bien es cierto, que durante los últimos años muchos empleos han sido destruidos y muchas profesiones han dejado de ofrecer opciones de futuro, la crisis ha hecho que otros sectores se hayan visto reforzados o incluso hayan surgido nuevas posibilidades en otros campos.
El número de universitarios y de gente que vuelve a las aulas se ha multiplicado ¿ pero, ¿hacia que ámbitos deberían encaminar su formación?
El futuro está en Internet y en las nuevas tecnologías, en áreas de información como los community managers, quienes se encargan de gestionar las redes sociales, cuya explosión ha cambiado totalmente nuestra forma de comunicarnos. A la hora de contratar a un community manager, las empresas suelen exigir que sea un licenciado con conocimientos en informática o comunicación, y que tenga dominio de herramientas de la web o conozca lenguajes de programación y de bases de datos.
También está en alza la contratación de técnicos para el desarrollo de apps y aplicaciones para móviles como iOS o Android, que deben de manejar JavaScripT o el lenguaje HTML. Los expertos en eficiencia energética con experiencia en domótica, maquinaria pesada, o vehículos eléctricos comienzan a estar muy solicitados, según informa el portal de búsqueda de empleo InfoJobs.
Entre las profesiones de toda la vida, las que registran más perspectivas de futuro, son encontramos las sanitarias. A pesar de la situación y los recortes que se han dado, ser licenciado en medicina, enfermería o odontología puede tener mucha proyección de cara a otros países. El mundo de la estética y la imagen, es otro ámbito en auge. Por ejemplo, durante los últimos años han crecido las demandas de estilistas, esteticistas y de nuevos empleos en el mundo de la belleza como el personal shopper o experto en compras.
Las ingenierías que más expectativas de futuro tienen son en la rama de las telecomunicaciones y la informática. Y por supuesto dentro de las profesiones manuales los torneros, fontaneros y mecánicos siguen siendo imprescindibles.
En cuanto a la búsqueda de empleo, cada vez son más las personas que confían en buscar trabajo en páginas web especializadas que sirven de puente entre el candidato y la empresa demandante. El solicitante sube el currículum a la página para que pueda ser visto por las empresas que cuelgan sus ofertas en el portal. Estas páginas ofrecen un servicio muy útil que ya las está posicionando como líderes a la hora de encontrar empleo, fin para el que también se suelen usar, cada vez con más frecuencia, las redes sociales.
Y es que tener un perfil adecuado con la información requerida en Facebook, Linkedin o Twitter dice mucho del aspirante a las empresas contratantes.
Fuga de cerebros
El 88,9 % de los españoles ve la situación económica como “mala” o “muy mala” y el 46,3 % piensa que la situación irá a peor en un futuro.
A pesar de que surgen nuevas oportunidades y de las esperanzas de un cambio económico, es inevitable acabar la carrera y llegar al temido: ¿y ahora qué?
Aunque muchos licenciados acaban encontrando empleo entre seis meses y un año después de graduarse, cada vez son más los que optan por mudarse (quizás venga mejor una palabra como escaparse o huir) al extranjero en busca de un empleo con un sueldo digno.
Y es que, más allá de nuestras fronteras la situación es diferente. Las tasas más bajas de paro se encuentran Luxemburgo, Austria, Países Bajos y Alemania, siendo este último el destino favorito junto con Reino Unido, que escogen los universitarios a la hora de probar suerte. En el otro lado de la balanza del desarrollo económico se encuentran España y Grecia.
El fenómeno por el cual muchos recién graduados y con formación en idiomas abandonan España para hacer carrera en el extranjero, recibe el nombre de “fuga de cerebros” y hemos querido preguntar a algunos jóvenes su opinión acerca del tema.
“Los jóvenes nos queremos ir de España, es normal. Hemos estado estudiando una carrera y preparándonos en idiomas para trabajar de algo que nos guste y nos motive, y no nos merecemos cobrar solo los 300 o 400 euros que nos ofrecen como becarios”, asegura Vanesa una estudiante que acaba de licenciarse en Periodismo.
“En cualquier país de Europa las oportunidades son mayores. Podemos empezar de cero en un trabajo e ir ascendiendo y aprendiendo hasta ser contratados como profesionales y con un sueldo de verdad” sentencia nuestra estudiante. Vanesa también resalta que “la fuga de cerebros” va a tener consecuencias para nuestro país, si no les damos opciones a nuestros jóvenes. “El país se estanca, si no podemos competir en desarrollo e innovación estamos poniéndole frenos a la integración económica”.
“Dentro del mundo de la comunicación y el periodismo, la situación está muy negra… hay prácticas, pero no empleo, que es lo que necesitamos”, concluye la periodista.
Félix, un estudiante de Máster y diplomado en Trabajo Social se muestra más positivo con respecto al futuro. “Confío en que la cosa cambie, -la fuga de cerebros- es temporal, los jóvenes acabarán encontrando trabajo y se quedarán. Si bien es cierto que ahora es más probable que ganen dinero en países como Inglaterra y sobre todo Alemania” resalta Félix, “aunque también hay gente que vuelve sin haber hecho carrera”, concluye.
“Cada vez hay más gente en situación de desahucio y que necesita la ayuda de trabajadores sociales, en cambio nosotros seguimos sin encontrar trabajo” resalta este estudiante de máster.
De una forma u otra, y aunque las cifras dan un respiro a los jóvenes bien formados, lo cierto es que el desempleo sigue siendo un quebradero de cabeza para la mayoría de los españoles, ya sea porque la falta del mismo o por el miedo a perderlo con el que viven otros. Muchos confían en un cambio económico, que por el momento no llega, y otros, los más, viven con las miras puestas en Europa.