El uso de pieles en la moda se ha convertido en las últimas décadas en un tema tabú a nivel mundial. Este material ha quedado relegado siempre a un ámbito de lujo, sin embargo, ese estricto abanico se amplía gracias a sus mejoradas características. En contraposición, surgen las Faux Fur (pieles falsas) que cada vez están más presentes, tanto el alta costura como en el Prêt-à-porter (listos para llevar). Dichas prácticas abren el debate y tanto diseñadores, como marcas o cantantes se posicionan a favor o en contra de la utilización de pieles.