Tanto por parte de profesionales de la industria de la cosmética como por parte de hombres en sí, existe la percepción de que el colectivo masculino todavía demanda y usa el maquillaje de forma muy limitada. Desde la psicología, esta minoría del género masculino en la cultura del maquillaje se explica por las dinámicas de roles que aun hoy existen entre la mujer y el hombre; sin embargo, estos cánones se están desvaneciendo cada vez más.
Cada vez es más habitual observar a hombres con ropa de mujer y, por el contrario, a mujeres con ropajes masculinos. Es la moda andrógina y, a su vez, más tiendas como Zara, Stradivarius o Bershka, así como Chanel, se unen a ella.