Child Labor Free, creada por diseñadores neozelandeses como Hailwood, Kate Sylvester o Stolen Girlfriends Club, cuenta con el apoyo de la agencia de publicidad Saatchi & Saatch y UNICEF. El prototipo de la etiqueta ya está en marcha y será presentado en la próxima semana de la moda de Nueva Zelanda.
Este movimiento nació con el objetivo de crear una etiqueta ética que acreditara que las empresas que hagan uso de ella, no estén relacionadas con el trabajo y la explotación infantil en ninguno de los procesos de producción. De esta manera, los consumidores podrán saber la historia que se oculta detrás de la prenda que van a adquirir. La industria de la moda es una de las máximas responsables de la explotación laboral. La muerte de 111 trabajadores en noviembre de 2012, la mayoría mujeres, a causa de un incendio en una fábrica de ropa cercana a Dacca, la capital de Bangladesh, desató la polémica sobre las condiciones de trabajo y la seguridad de los empleados de la marca irlandesa Primark.
Imagen promocional de la campaña Child Labor Free / Foto: Saatchi & Saatchi
Un nuevo incendio producido en enero de 2013 en una de las fábricas de suministro de la empresa española Inditex, líder mundial en la industria textil y propietaria de la marca Zara, causó ocho muertos -dos de ellos, menores de edad-. Unos meses más tarde, el 24 de abril de 2013, se derribó el edificio Rana Plaza en Savar (Bangladesh). Este edificio albergaba varias fábricas que producían prendas para aproximadamente 28 marcas y una de ellas -New Wave Bottoms-, era proveedora de la nuevamente nombrada firma low cost Primark. Desde aquella tragedia que acabó con la vida de al menos 300 personas e hirió a otras 1.000, muchas marcas han decidido actuar en lo que respecta a su responsabilidad social corporativa.