La iniciativa del Slow Food, que consiste en comer de manera más relajada, natural y saludable, ya tiene su equivalente en el sector textil. Esta nueva iniciativa se basa en una moda atemporal, sostenible con el medio ambiente y contrario al consumismo frenético al que la sociedad está acostumbrado, denominada Slow Fashion. Al menos 8000 sustancias químicas se utilizan para transformar las materias primas en textil y el 25% de los pesticidas mundiales son usados en el cultivo de algodón no orgánico. Esto causa daños irreversibles en el medio ambiente.
Este nuevo método de consumo no nace solo por el impacto medioambiental que pueda tener la producción textil, es que la mano de obra que realiza las prendas que toda la sociedad utiliza vive en un régimen de pobreza, explotación y subdesarrollo. De lo que trata es de darle la vuelta a la moda, de olvidar el consumismo del 'usar y tirar', cambiar una pequeña parte de la gran globalización en la que vivimos de vivir rápido y fugazmente, que la sociedad valore los pequeños detalle y que cuando vaya a comprar alguna prenda medite si realmente la necesita. Es un cambio de 180 grados, que entraña mirar más allá de la marca, ver lo que realmente esconden las prendas hechas en India, China, Taiwan, etc.
Las grandes marcas se apuntan a la moda sostenible
Desde iniciativas pequeñas que están apareciendo, como otras más grandes con gigantes como son C&A, H&M, Nike, Adidas o G-Star Raw. Este movimiento ecológico no deja indiferente a nadie, por eso muchas marcas usan el componente ambiental para diferenciarse.
Algunas de las nuevas propuestas consisten en ofrecer descuentos, reciclar ropa, ya que el 95% de la ropa que hay en los vertederos se podría reutilizar, usar algodón orgánico para no emplear pesticidas en los cultivos o producir energía con la ropa inservible.
Captura de pantalla página web de H&M
H&M fue una de las pioneras en el ámbito ecológico tomando medidas como el uso de algodón orgánico y el uso del tencel, un nuevo material parecido a la seda que tiene un impacto mínimo sobre el medio ambiente, tampoco venden pieles auténticas ni lana de angora y tienen un programa de recogida de ropa usada para que las prendas no terminen en el vertedero.
En otros casos, como el de la empresa estadounidense Nike, han pretendido disminuir el malgasto de agua, usar también algodón orgánico y han rebajado el uso de dióxido de carbono de las fábricas contratadas en un 6%.
Slow Fashion en España
En España, la tendencia ecológica hasta hora ha estado un poco paralizada pero ha avanzado sobretodo en los últimos años con la creación de empresas como Ecoalf, The Circular Project Shop o Ecoology. Aunque una de las referentes en el sector español en moda sostenible es Gema Gómez, es la fundadora de Slow Fashion Spain, una plataforma encargada de la formación y difusión en moda ecológica.
La fundadora de Slow Fashion Spain, Gema Gómez / Foto: Slow Fashion Spain
Según declara la encargada a Infoactualidad: “La moda ecológica es la respuesta de una necesidad latente de cuidar más el planeta”. En cuanto a la situación de nuestro país manifiesta que “en España desde hace cuatro años hasta ahora la evolución ha sido increíble, pero aún queda mucho camino. En los países del norte está mucho más avanzado”. En palabras de Gómez “la globalización al final empobrece cuando puedes encontrar en Nueva York el mismo tipo de cafetería que en China”. Sin embargo, finalmente recalca que “espero que el consumidor vaya apostando por no comprarse cualquier cosa y apueste por prendas de mucha más calidad y que te hacen sentir mejor como son las prendas ecológicas”.
Fast Fashion vs Slow Fashion
Por un lado, en estas últimas décadas la sociedad ha demandado una producción rápida con productos químicos, para un uso de corta duración y rápido, moda de bajo coste y que fugazmente deja de ser tendencia. Pero actualmente la población también puede elegir entre otro movimiento basado en la sostenibilidad, productos hechos con materiales naturales y que duran más tiempo, en definitiva, tener un vestuario más reducido pero darle más uso.
Dos movimientos, dos maneras de consumir, dos formas de ver la industria de las tendencias. Hoy en día cada persona puede escoger en que lado de la nueva moda quiere estar pero… ¿hasta cuándo la moda sostenible dejará de ser una opción para ser una necesidad?, se cuestionan muchos consumidores.