×

Advertencia

JUser: :_load: No se puede cargar usuario con el ID: 698

JUser: :_load: No se puede cargar usuario con el ID: 719

Lunes, 18 Mayo 2015 12:04

Las verdaderas ‘fashion victims’

Escrito por 
¿'Fashion victims' o víctimas de la moda? / Foto: Agencias ¿'Fashion victims' o víctimas de la moda? / Foto: Agencias

Los derechos humanos y laborales son ignorados frecuentemente en las industrias de producción y exportación de productos textiles. La baja oferta laboral para, especialmente, el sector femenino, ha provocado que un gran número de mujeres se vean en la obligación de aceptar condiciones extremas en sus puestos de trabajo. Desde diversidad de organismos se pretende implantar un sistema de comercio justo, que luche contra ello.

Los sorprendentes datos revelados, principalmente, por distintas organizaciones no gubernamentales y sindicatos de obreros sobre las maquilas, hacen saltar la alarma social, dada la violación de derechos humanos y laborales que se da en la producción textil de manera reiterada. Las maquilas son las mundialmente conocidas ’Zonas Francas’ o ’Zonas Económicas Especiales’, es decir, aquellos lugares especialmente dedicados a la producción industrial para la exportación. Éstas se caracterizan por contar con privilegios a nivel fiscal, mano de obra barata, y regulaciones laxas.

En el caso de las industrias de producción y exportación textil, éstas están sustentadas por mujeres, que se ven sometidas a duras condiciones laborales. Este tipo de industria está propiciando una forma de empleo en la que incumplen los derechos laborales de manera sistemática, manteniendo condiciones de trabajo pésimas. Situadas en Centroamérica principalmente, cuentan con una enorme exportación a nivel mundial.

Sistema de maquilas: Sinónimo de desigualdad

Este tipo de sistema de producción y exportación cuenta con “salarios de 1,3 euros diarios, jornadas de 68 horas semanales, ambiente insalubre, ausencia de prestación en caso de enfermedad, restricciones a la afiliación sindical, etc.”, según desvela Oxfam Intermon, organización no gubernamental que  ha llevado a cabo una campaña para defender los derechos de las mujeres en las industrias textiles de exportación, para Infoactualidad.

Este tipo de industrias, aferradas a las mencionadas condiciones, están siendo la base de gran número de empresas de venta de productos textiles a nivel internacional, incluyendo algunas marcas españolas. Casos que son especialmente significativos en Estados Unidos, donde reciben entre el 51% y el 60% de las exportaciones de las maquilas. Aunque estas agrupaciones industriales lideren la lista de empresas con multas impuestas por violación de derechos humanos, siguen contando con el apoyo del gobierno y de empresas dispuestas a continuar con las negociaciones.

Lo que las Zonas Francas ofrecen a las empresas con las que tratan, instaladas en países desarrollados, son una serie de privilegios económicos. Permiten producir a muy bajo coste por las estructuras y condiciones de producción, viéndose esto incrementado por la libertad fiscal que les otorgan los gobiernos líderes. Además, llegan incluso a estar exentos o con posibilidad de aplazar los pagos de aduanas, al igual que los impuestos sobre ventas.

Precariedad de la oferta laboral y condiciones laborales

Los datos recogidos por Oxfam Intermon muestran cómo más del 50% de la población femenina se encarga de llevar a cabo empleos precarios. Además, señala que la distinción en el panorama laboral entre hombres y mujeres es abismal. En las mujeres recaen los empleos informales y más precarios, que no están registrados, que llevan implícitos salarios más bajos, y en los que “sus oportunidades de desarrollo profesional están con frecuencia coartadas, y se caracterizan por reproducir estereotipos: trabajos de mujeres para mujeres”, como declaran desde la organización no gubernamental, que ha llevado a cabo la denuncia de las incesantes injusticias. Estas distinciones se están reduciendo levemente, gracias a la paulatina generalización de la educación entre hombres y mujeres, y a la lucha, promovida por mujeres en contra de la explotación.

Pero la realidad en las maquilas es compleja. Hay familias que cuentan con varias generaciones de mujeres trabajando para las zonas francas. Un gran número de familias de Centroamérica sólo pueden ofertar a sus hijos unas condiciones laborales que no permiten ir más allá de estar postrado en una silla, sin poder levantarse ni para ir al baño; comer en escasos 15 minutos; evitar hablar con los compañeros; no estar embarazada, ni tener planteamiento de poder estarlo; siempre que se pueda, no beber agua, para no tener necesidad de ir al baño y poder cubrir las metas; llegar antes al puesto de trabajo para ir adelantando trabajo; y cobrar 1,3 euros al día, salario que puede ser reducido a la mitad si no se cumplen las expectativas de producción.

El mercado de la producción textil está prioritariamente formado por mujeres comprendidas entre 18 y 35 años, pues como ha comprobado Oxfam Intermon, “hay una ley no escrita de no contratar a mujeres mayores de 35 años”, suponiendo un 1% de la población activa en las maquilas mujeres de edad superior a 40 años; con un nivel de escolaridad bajo, lo que hace de ellas mujeres más vulnerables; madres en la mayoría; y por norma general provienen de zonas rurales. Este perfil atiende al sector más desfavorecido y con mayores dificultades, pues, debido a las condiciones de vida, se ven incapacitadas para optar a otro trabajo y aceptan lo impuesto por los grandes grupos empresariales.

Las extremas condiciones laborales, junto al sistema llevado a cabo, dejan secuelas en la salud de muchas empleadas, que se ven obligadas a retirarse de las maquilas por diversas enfermedades, de las que son culpables la falta de derechos y de condiciones favorables para el desarrollo de una actividad. Pueden llegar a hacer 6.000 movimientos diarios repetitivos, que llevan asociados el desarrollo de enfermedades, por ser muy intensos y durar 30 escasos segundos. Así, “cerca de 6 de cada 10 personas presentan trastornos músculo-esqueléticos asociados a los movimientos repetitivos”, declaran desde la organización.

El comercio justo

La única solución posible para acabar con estas violaciones de derechos sería la reforma de la estructura de las zonas francas. Esta labor ha unido a organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres como REDCAM (Red Centroamericana de Mujeres en Solidaridad con las Trabajadoras de la Maquila), que luchan bajo el lema “empleos sí, pero con dignidad”.

Para luchar contra ello, se proponen alternativas como el comercio justo, es decir, la defensa de un modelo de mercado más justo y equitativo. Surgió por la falta de capacidades del comercio convencional de poner solución a los problemas de explotación. Su mayor y principal pretensión es garantizar un mínimo de condiciones sociolaborales dignas, información recogida en el informe "Derechos que penden de un hilo", realizado por Oxfam Intermon.

El concepto de fashion victim, como referencia a las mujeres que sienten debilidad por la moda, bien podría aplicarse con mayor exactitud a las verdaderas víctimas de la misma, como son las mujeres que se encargan de fabricarla. Así, los datos reflejados muestran quiénes son, en realidad, las víctimas de la moda, en el sentido más estricto. Un motivo más para continuar con el incesante intento de erradicar la esclavitud, y promover los derechos humanos como máxima a la que cualquier ser humano debe poder atenerse. 

Visto 808 veces

Artículos relacionados (por etiqueta)

Deja un comentario

Los comentarios están sujetos a moderación, por lo que pueden tardar un poco en publicarse o rechazarse.

Buscar

@infoactualidad_

¿Qué comemos hoy?

 
Ciencias de la Información

<PRIMEROS>

Hamburguesas con patatas

Alitas de pollo

Merluza en salsa

<SEGUNDOS>

Gazpacho 

Paella mixta 

Ensaladilla rusa

  

Infoactualidad no recaba datos personales de ningún tipo, pero emplea cookies para contar las visitas. La navegación por el sitio significa aceptar este uso.