El hombre es un animal ocioso. Cada vez que tenemos un hueco libre, y nos lo permite la cartera, nos gusta disfrutar, por ejemplo, de un paseo por el campo. Sacar la cesta de picnic, buscar un buen sitio, respirar aire fresco y pasar tiempo con los nuestros. Todos lo hacemos, pero los hay que se dejan la ropa en casa.