Decenas de manifestaciones invaden las calles de Cracovia en estos días en contra de la legalización del matrimonio homosexual en Polonia, en uno de los pocos países europeos en los que la unión de personas del mismo sexo está prohibida constitucionalmente. Además, se está llevando a cabo un enfrentamiento entre aquellos ciudadanos que abogan por un cambio y aquellos que prefieren que la ley que legalizaría las relaciones homosexuales no llegue a aceptarse.
La prohibición de donar sangre a los hombres que han mantenido relaciones sexuales con otros hombres, la cual está vigente en algunos Estados, “puede resultar justificada”, ha sentenciado el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) este miércoles.
La homosexualidad está castigada en muchos países del mundo. Las penas pueden suponer castigos de tortura, violación, encarcelamiento e incluso la condena a muerte. Junto a las limitaciones de la ley y las duras sanciones, las personas homosexuales tienen que hacer frente a la férrea discriminación que ejerce la población, los medios de comunicación y los líderes religiosos y políticos, en los lugares más restrictivos del mundo.
El proyecto de ley de sanidad francesa se sometió a votación en la Asamblea Nacional el pasado viernes tres de abril, en concreto la enmienda referida a la exclusión de los homosexuales en la donación de sangre. La votación ha sido unánime, concluyendo que "nadie puede ser excluido de la donación de sangre a causa de su orientación sexual”.
Dicen que rectificar es de sabios. Lo que no nos revela este dicho es si al sabio se le veía el plumero o no. Yo creo que a Ignacio González Velayos, consejero delegado de Metro de Madrid, se le ve. Lleva escritas en la frente sus intenciones. Os pongo en situación.