La semana pasada salió a la luz la carta que Diego, un niño de 11 años, escribió a sus familiares momentos antes de suicidarse, con motivo del acoso escolar que decía sufrir en su colegio. Sus padres se pronunciaron a los medios para reclamar que se reabriese el caso del menor, con el objetivo de aclarar las causas por las que su hijo se quitó la vida.
El acoso escolar protagoniza uno de los mayores dramas de la temprana juventud. Uno de cada cuatro adolescentes se enfrenta a problemas en el rendimiento escolar y sombríos trastornos clínicos si no se detecta a tiempo. Nidia Represa, una estudiante de Psicología de la Universidad Camilo José Cela, ha vencido a los fantasmas de su pasado con una escalofriante novela, Bajo mi piel, con la que espera combatir contra un problema que cuenta con una escasa protección legal.
Un informe de Unicef revelaba a finales de 2014 que uno de cada tres estudiantes de entre 13 y 15 años es o ha sido víctima de acoso escolar o bullying. Este tipo de maltrato puede causar, en quiénes lo sufren, baja autoestima, trastornos emocionales, depresiones, e incluso llegar a comportamientos suicidas. Además, desde la masiva incursión de las tecnologías en los hogares, el ciberbullying se ha convertido en un fenómeno de acoso cada vez más común entre los jóvenes.