Como una vela que se apaga. Como un libro que se cierra y que pone el punto final a su historia. Así, Adolfo Suárez, el personaje clave de la transición, ha dejado vacío su escaño, aquel en el que, como primer presidente de la democracia, intentó conquistar el centro y colocar a un país que venía de los años de “El Franquismo” en los aires de progreso y libertad.