En la mañana del pasado veinte de abril, Madrid volvió a ser escenario de incidentes producidos por la ocupación de un inmueble en la calle Casarrubuelos, del distrito de Chamberí. Los 32 okupas que se encontraban dentro del inmueble fueron detenidos por presunto delito de usurpación, resistencia y desobediencia a la autoridad.
Los agentes desplazados al lugar apuntan que este grupo de personas ya fue expulsado del inmueble con anterioridad, pero recientemente se volvieron a repetir los actos de ocupación. En el interior del inmueble fueron detenidas alrededor de treinta personas por desobediencia de resolución judicial. En los alrededores la Policía llevó a cabo identificaciones, cacheos y la detención de tres personas.
Según fuentes policiales el grupo de personas que allí se congregaba fue desalojado en la mañana, aunque en la tarde tuvieron que volver a intervenir en la zona. Esta versión choca de frente con la ofrecida por miembros de La Morada, ya que afirman que dos guardias de seguridad en la mañana entraron en el inmueble, asegurando tener una orden judicial, para poner un cerrojo en la puerta.
Los miembros de La Morada entregaron a las autoridades allí presentes un auto judicial emitido en 2015 por el Juzgado de instrucción número 18 de Madrid, el cual fue recurrido por el propietario del Inmueble. En él se dictamina que se denegaba el desalojo. Por ello los okupas alegaron en todo momento que el proceso judicial contra ellos aún estaba abierto por parte de la Audiencia Provincial.
Hasta el lugar de los hechos se desplazaron miembros antidisturbios de la UIP de la Policía Nacional, cumpliendo las órdenes de la Delegación del Gobierno, para evitar que un nuevo grupo de manifestantes se acercaran al edificio. Después de todo, la policía desalojó a los okupas que lograron acceder al inmueble. Finalmente los 32 detenidos han sido puestos en libertad después de prestar declaración junto a sus abogados.