Cada septiembre, los alumnos se enfrentan a nuevos profesores, libros, compañeros, lugares y novatadas. Año tras año, el ritual de las novatadas se repite con el inicio del curso. De manera que los alumnos llegan a una nueva ciudad, como Madrid, para comenzar una nueva etapa académica y se ven envueltos en un mar de novatadas que les acompañaran en el primer mes de esa nueva etapa.
Las novatadas son una costumbre muy arraigada en el seno de los colegios mayores y residencias. Estas son llevadas a cabo a los nuevos estudiantes o novatos por estudiantes veteranos, que convierten los alrededores de Ciudad Universitaria en un auténtico programa de superación de pruebas donde el alcohol juega un papel muy importante.
Una misma problemática y diferentes posturas
Para B.R.R., estudiante de la Universidad Complutense y miembro de uno de los colegios mayores ubicado en el campus de Moncloa, las novatadas son una tradición que acepta de buen grado. Para él es una manera de socialización entre novatos y veteranos y una forma rápida de conocer gente, aunque matiza que no todo tipo de novatadas son aceptadas. A pesar de estar prohibidas en su colegio y de firmar un papel en el que aceptan no hacer novatadas, asegura que se realizan anualmente.
Una postura similar es la de L.B.A., estudiante de la Universidad Rey Juan Carlos y miembro de otro de los colegios mayores, situado dentro de Ciudad Universitaria. En esta ocasión L.B.A., no se muestra partidaria de las novatadas ya que asegura que en su colegio lo que se realizan son ‘jornadas de integración’, diferenciando unas de otras según el nivel y la intención con las que se cometen.
Por otro lado, Loreto Gonzalez, presidenta de la Asociación No Más Novatadas, se mostró rotundamente contraria a las novatadas, asegurando que los jóvenes que la realizan suelen denominarlas como una forma de integración, una costumbre, pero realmente no es así. “Existen tradiciones que deshumanizan y que ya no tienen sentido en el siglo XXI”, asegura Gonzalez. “Una novatada siempre se hace con un criterio de antigüedad y un estatus de superioridad”, concluye Loreto González.
Desde la secretaría técnica del Consejo de Colegios Mayores muestran preocupación al tener conocimiento de la realización de las novatadas en algunos colegios. Su secretario técnico, Carlos García, asegura que “es una problemática que nos preocupa, pero que estamos trabajando en ella de tres formas”. Los colegios mayores lo combaten a través de cursos y seminarios con los alumnos, con el apoyo de instituciones como las universidades y la policía y mediante sanciones.
Una fina línea que marca el límite
Existe un gran número de novatadas, como comentaba B.R.R., las más frecuentes en su colegio son: las duchas de agua fría, hacer la compra a los veteranos, limpiarles la habitación, la tirada de huevos a novatos para recaudar dinero para fiestas o beber alcohol. En este sentido L.B.A., indica en todo momento que en su colegio las novatadas que se producían están relacionadas con el aprendizaje de nombres y datos o presentarte a personas que hasta entonces no conocías, actos que no son considerados novatadas como tal.
La diferencia entre las novatadas y las jornadas de integración para L.B.A. se encuentra en que las segundas no buscan tener sirvientes en septiembre sino integrar a la gente. “Los que hacen novatadas para denigrar a la gente, son personas con poca personalidad, influenciados por lo que les han hecho, o simplemente gente que tiene muchos complejos y necesita reírse de la gente”, puntualiza la joven.
Ambas alumnas indican que existe una linea que nunca se debe pasar. Para L.B.A., el límite se encuentra cuando la persona queda ridiculizada, en el momento que se ríen del alumno y no con él. En la misma línea, B.R.R. sostiene que el límite se encuentra cuando ve que “ya se están pasando con la gente y que la persona a la que le estas haciendo la novatada lo pasa mal, ese es el momento de cortar”.
Loreto González no vacila en ningún instante al aseverar que “no hay que distinguir entre novatada grave o leve, porque si legitimas unas cuantas estas legitimando todas las demás”. Para González es fundamental que las personas que presencien una novatada no colaboren con los veteranos pagando unos euros por tirar huevos o harina, ya que contribuyen a normalizarlo.
Creación de un sello de calidad
“Hay colegios mayores que a nivel individual están trabajando mucho y tomándoselo enserio, aunque en otros se lo siguen tomando un poco a la ligera”, dice González. Según la presidenta de No Más Novatadas, se está promoviendo la creación de un sello de calidad, con el que se pueda identificar aquellos centros que trabajan duramente para poder acabar con las novatadas. “De esta forma tanto padres como alumnos tendrán una manera de saber en que centro se combaten las novatadas y en cuales no”, comenta Loreto González.
Existe un único estudio hasta el momento
Son muchos los años que se llevan produciendo las novatadas, en la actualidad se puede destacar que existe un informe elaborado por el Consejo de Colegios Mayores junto con la Universidad de Comillas. En el estudio se examina todo lo relacionado con las novatadas aunque no incluye datos, ya que en España no existen informes que recopilen las cifras de sucesos, como por ejemplo si sucede en EEUU.
Pronto el actual curso finalizará dando la bienvenida a un nuevo año académico, para entonces las novatadas seguirán celebrándose, mientras en la sombra un gran número de personas seguirán aportando su grano de arena para poder acabar con una costumbre que para algunos es la mejor manera de comenzar el curso, pero para otros no.