El 15 de octubre de 2015 abría en el número 41 de la Gran Vía madrileña el Primark más grande de España, el segundo mayor del mundo solo por detrás del de Manchester. Con cinco plantas y más de quinientos empleados, la apertura de la tienda irlandesa número 41 en nuestro país, supuso una gran expectación para los futuros clientes, ya que más de 300 personas acudieron a la apertura.
El de Gran Vía es el primer Primark que la compañía instala en el centro de una urbe. Hasta el momento, todas las tiendas del gigante irlandés estaban presentes en centros comerciales a las afueras de las ciudades. Todo hacía indicar que atraería a un gran número de clientes, pero no la masiva afluencia que colapsó el centro de Madrid durante las semanas posteriores a la apertura. Las colas rodeaban toda la manzana e incluso calles contiguas.
La gran mayoría de los establecimientos entrevistados por Infoactualidad coinciden en que Primark le ha dado vida a la Gran Vía y por lo tanto, estaban preparados para la masiva afluencia que se esperaba por la zona. También eran conscientes de que el impacto que supondría esta apertura sería positivo, al no tratarse de competidores directos de la compañía irlandesa, salvo el caso de Lefties.
Lefties, principal perjudicado
La marca ‘low cost’ de Inditex, Lefties, es el único competidor directo por calidad-precio que tiene Primark en la zona, y es por tanto, quien más ha sufrido la apertura del gigante textil irlandés. Aunque una de las encargadas de Lefties asegura que en un primer momento la apertura de Primark provocó un auge positivo en las ventas, las largas colas colapsaron la Gran Vía madrileña, provocando que estas tuvieran que pasar por la puerta del establecimiento de Inditex. Como consecuencia, muchos de los viandantes acababan entrando.
Este auge en el número de personas, pero sobre todo en las ventas, provocó que la tienda tuviera que ampliar los horarios del equipo. “En los primeros meses, al ver la masiva afluencia de clientela que estaba atrayendo Primark, tuvimos que ampliar los horarios de la plantilla”, comenta la dependienta de Lefties. Aunque ahora reconoce que “todo ha vuelto a la normalidad”. El impacto inicial ha descendido, pero en Lefties están seguros de que se mantendrá la buena afluencia de público.
Según comentan desde la tienda, se están planteando tomar medidas para poder competir con el establecimiento irlandés. La más destacada sería una bajada de los precios para equilibrar lo máximo posible ambas tiendas, afirma la encargada, que señala a la vez que “es una mala temporada para el sector, debido a que acaban de finalizar las rebajas y por lo tanto, la gente ya espera a primavera para comprar nuevas prendas”.
El resto de comercios se muestran contentos con Primark
No todas las tiendas presentes en Gran Vía son competencia directa para Primark, y se han aprovechado así de esta apertura para aumentar sus ventas. Zara o Stradivarius, también filiales de Inditex, han afirmado que la apertura de la sucursal irlandesa ha tenido repercusión positiva en ambas tiendas.
Desde Zara aseguran que las ventas han aumentado considerablemente desde la apertura de Primark. Una de las encargadas de la tienda argumenta que la compañía de bajo coste no es competencia directa para Zara, ya que “el público que acude a realizar sus compras a Primark, no es el mismo que concurre por la tienda”. La encargada de Zara cree que de momento se mantendrá la tendencia de estos últimos meses, aunque tarde o temprano todo volverá a la normalidad.
Desde Stradivarius aseguran que la apertura de la tienda irlandesa “le ha dado vida a la Gran Vía” y no consideran que la afluencia de gente disminuya, aunque no tenga nada que ver con lo vivido al principio. De hecho ambas tiendas, previendo lo que iba a suceder con la apertura del Primark más grande de España, planificaron un aumento de horas y de plantilla para poder cubrir así las necesidades que reportaría una mayor afluencia de clientes.
Desahogo para la Casa del Libro
Todo esto no solo ha ofrecido ventajas para las tiendas del sector textil. Desde la Casa del Libro aseguran que la apertura de Primark, justo en la acera de enfrente, ha supuesto una bocanada de aire fresco para su tienda. Daniel Marín, que lleva casi una década trabajando en la sucursal de Gran Vía, asegura que nunca ha visto tanta afluencia de gente por allí. “La gran mayoría de las personas que entran en nuestro establecimiento lo hacen con bolsas de Primark”, comenta.
La aparición de Primark podría parecer un gran problema de competitividad para los comercios instalados en la zona, pero la gran mayoría de las tiendas de la Gran Vía no son competencia directa para la empresa irlandesa. La repercusión provocada por la apertura del establecimiento en general ha sido positiva y los comercios esperan que se mantengan los buenos niveles de venta.