La Noche de los Libros en Madrid ha celebrado su décimo aniversario con numerosas colaboraciones. Se han realizado más de 600 actividades para acercar el mundo de libro a un abanico de personas más amplio. Tertulias, presentaciones y espectáculos callejeros hicieron que los amantes de los libros pudieran disfrutar de esta noche tan especial.
De entre toda la plana que desplegaba el cartel destacaban dos nombres, Amy Tan y Hanif Kureishi. Ambos charlaron en la Real Casa de Correos en el prime time del evento y recordaron algunos de los motivos que les llevaron a ser lo que son en la actualidad, escritores de éxito reconocido y referentes en el noble arte de la palabra.
Amy Tan, la cercanía
La presencia de Amy Tan asombró a todos los asistentes por la sencillez con la que se mostraba a sí misma. Cálida en el trato con el público y cercana con Marta Robles, la escritora que la entrevistó. De este modo, logró cautivar al público a viva voz, con la misma facilidad con la que lo hace a través de sus libros y es que la escritora de origen estadounidense es una mujer a la que la fama no le ha cambiado.
Los asistentes pudieron presenciar un recorrido no solo de la obra de Amy Tan, sino también un viaje por la vida de la conocida escritora. Desde sus duros inicios en los que afirmó que “la opción de ser escritora no se contemplaba” hasta la tempranera cúspide de su carrera con su obra El club de la buena estrella, un bestseller que todavía recrudece el aliento de sus seguidores más de veinte años después.
Amy Tan terminó dejando huella en Madrid cuando habló sobre sí misma y terminó por sellar el sentimiento de cercanía que ya había mostrado desde que entró por la puerta. Sus comienzos y su vida personal también regaron los audífonos de aquellos que se congregaron: “Comencé dibujando y creando historias sobre el dibujo, siempre me he considerado una artista muy plástica”.
Al finalizar la intervención, títulos como La esposa del dios del fuego o En contra del destino esperaban la firma de la reconocida escritora, que pacientemente atendió a sus fans. Para entonces el foco ya había cambiado de lado y daba luz a Hanif Kureishi
Hanif Kureishi, una vida dedicada a la tinta y al papel
Fue otra de las grandes estrellas en La noche de los Libros de Madrid. El escritor de madre inglesa y padre paquistaní tomó la palabra y dejó a pocos con cara de indiferencia. Directo y con la seguridad que le permite la experiencia de haber lidiado ante el público, Kureishi trató aspectos de su obra y dio un repaso al panorama político europeo.
Hanif Kureishi es un escritor que se mueve como pocos en la delgada línea que separa la ficción de la realidad, llegando incluso a entrelazar ambas situaciones en sus libros. Su mirada sobre Londres le ha valido para ganarse la admiración de entre otros, el jurado del Premio Whitbread, que le fue otorgado por El buda de los suburbios. No obstante, el autor se resta importancia: “Quería plasmar la Gran Bretaña que veía a mi alrededor”.
Si la intervención de Amy Tan se podía definir como cercana, la de Kureishi se podría hacer como directa. Sin pelos en la lengua trató todos los temas políticos que le planteó Berna González sobre la situación que se vive en Europa: “Me asombra ver cómo hemos girado hacia la extrema derecha en los últimos diez años. Vivimos en la sociedad de la deuda eterna y eso es horroroso”.
El impulso que necesita La Noche de los Libros
Nombres como el de Amy Tan o Hanif Kureishi no hacen sino impulsar un evento de difícil despegue, que ha conseguido crecer en un caldo de cultivo que inicialmente no le era propicio. Podía parecer que dar impulso a un producto como los libros, que lucha a brazo partido contra la proliferación tecnológica era algo complicado, pero tras una década ya se puede decir que La Noche de los Libros es un evento que crece año tras año.
Isabel Moyano, subdirectora de Bibliotecas de la Comunidad de Madrid, valoró este hecho en declaraciones a Infoactualidad: "Es indudable que los contenidos digitales han irrumpido con fuerza en el panorama cultural y dentro de él en el literario. Sin embargo, el libro en soporte papel continúa gozando del favor de los lectores y sigue teniendo cifras importantes en el panorama editorial".
Muestra de ello es que este año ha habido más de 600 actividades, dato que refleja a la perfección que el gusto por la palabra escrita goza de muy buena salud. Sin embargo, dentro de la organización se tiene afán por mejorar: "Cada año se procura la participación de figuras nacionales e internacionales de primera fila", añade Moyano.
La presente edición ha tratado de llegar a un público lo más heterogéneo posible y tocar toda la geografía madrileña. Hasta 64 municipios han participado y es que la Comunidad de Madrid lucha por mantener el título de la comunidad más lectora del país. Isabel Moyano reconoce la búsqueda de ese público heterogéneo: "Se trata de una acción que busca la cooperación, entre todos los agentes sociales, económicos y culturales".
No obstante, el epicentro volvió a estar en el centro de Madrid. Las librerías dispusieron de actividades durante todo el día y los espectáculos a pie de calle transformaron ambientes que a menudo son corrientes en auténticos escenarios de novelas.
Otro de los aspectos que quiso tocar La Noche de los Libros fue la tertulia. Se crearon dos mesas redondas. En Narrar en serie, Rodrigo Fresán, Agustín Fernández Mallo, Manuel Vilas y Toni García Ramón trataron de responder a la pregunta de si influyen o no las nuevas narraciones de The Wire o True Detective en la escritura actual. ¿Se hubieran visto influenciados Shakespeare o Cervantes por este tipo de narrativas si hubieran vivido en esta época?
La otra mesa redonda fue sobre un tema muy recurrente en nuestra sociedad. Vivir en Cataluña, escribir en castellano. Es el caso de Arcadi Espada, Félix Ovejero y Andrés Trapiello. Se trata de un tema muy ligado a la actualidad y esto ayuda a que su importancia en el cartel haya crecido y a que la afluencia de gente también lo haya hecho.
En definitiva, La Noche de los Libros volvió a poner de manifiesto a través de las calles de Madrid que el gusto por la palabra escrita sigue siendo una de las mejores vías de escape del ser humano. Cuando el panorama se oscurece basta con unos párrafos para crear una realidad paralela, ya que esa realidad se vuelve ficción cuando le añadimos interpretación propia.