Y es que Natalia lleva ya muchos meses cumpliendo su sueño, desde el momento que fue seleccionada como Belén, una joven almeriense que se queda embarazada a mediados de los años 60, ha trabajado y aprendido mucho de sus compañeros y ha disfrutado de momentos que ella califica como mágicos.
Desde el primer momento en el que Natalia empieza a hablar encontramos en su voz grandes atisbos de ilusión y mucha felicidad, pero sobre todo amor por lo que hace. Desde pequeña se le inculcó el amor al teatro, algo que reafirmó en su adolescencia y desde entonces no ha dejado de formarse para seguir creciendo en la actuación. Cuando habla de sus compañeros el cariño y la admiración brota a partes iguales, lo que le ha pasado con “Vivir es fácil con los ojos cerrados”, asegura que solo es la consecución de todo lo que ha trabajado y luchado por hacerse un hueco en este maravilloso mundo que como ella explica es una forma de hacernos más libres. Al hablar de Belén agradece a su madre por ayudarla a ponerse en situación temporal de su personaje, aunque a nivel sentimental afirma que no le costó demasiado viajar a mediados del pasado siglo ya que la película habla de emociones y sentimientos que son universales y posibles en todo tiempo y lugar.
Si le preguntamos por las dificultades que atraviesa el cine español, Natalia reivindica que se le dé más valor a esta profesión y que desde las escuelas se inculque el amor por la cultura, que nos permita hacernos más libres.
Por el momento solo ha trabajado en cine y teatro pero afirma que le encantaría trabajar en televisión, ya que se están haciendo proyectos muy interesantes y porque cree que toda experiencia siempre suma. Cuando hablamos de su futuro asegura que le encantaría trabajar en Hollywood pero antes quiere construir los cimientos de su carrera en España, si lo intentase en este momento cree que sería demasiado pretencioso.
Ante la pregunta “¿cómo es fácil la vida para ti?”, la joven actriz con gran seguridad contestó con “sueños, ilusión y lucha”, porque como ella asegura el poder de cambiar las cosas reside en el interior de cada persona.