Tras ellos llegaba el plato fuerte y esperado: Carlotta Cosials, Ana Perrote, Ade Martín y Amber Grimbergen saltaron al escenario tras disfrutar del show de sus compañeros americanos en la pista. Comenzó el que fue un espectáculo de escasa duración pero de gran intensidad. Seguramente serían muchos los que agradecerían al día siguiente que el concierto tan solo contase con una hora dando vueltas las manecillas del reloj.
Garden, Bamboo, Chill town o Castigadas en el granero fueron algunos de sus más reconocidos temas y de los que tuvieron una presencia más que esperada, por los cientos de asistentes que en la Joy Eslava les acogieron. Tras sesenta minutos y un setlist generoso, teniendo en cuenta su reducida discografía, acabó el concierto con San Diego. Con éste tema lograron enfurecer a las ‘bestias’ de la sala y subir al escenario a decenas de seguidores junto a sus amigos de The Parrots o Los Nastys entre otros. Además, el popular viner Jorge Cremades, que entre el público se encontraba, no dejó de animar e incentivar los continuos pogos en la pista.
Después de celebrar su segundo aniversario como banda consagrada, pueden presumir de no disfrutar sólo de gran popularidad en su barrio de Malasaña, rincones madrileños donde es muy probable un fortuito encuentro con ellas. Y es que con más de 160 mil oyentes mensuales en la actualidad en Spotify y más de 120 mil seguidores en las redes sociales, su celebridad y relevancia dentro del panorama musical disfruta de una sobresaliente evidencia.
A pesar de las críticas que reciben a cerca de su mediocre talento, tanto por diversos medios especializados como por parte de bandas, consiguieron un gran aforo y seguimiento durante toda la velada, a pesar de su deficiente sonido en algunas fases de su actuación. Pocos minutos se vivieron sin saltar, sin encontrar un pogo por reducido que fuese o sin que las admiradas jugasen con el público. Sin duda, aunque muchos renieguen su reconocimiento, Hinds se posiciona como una de las propuestas más descaradas, valientes y personales de la actual escena nacional a pesar de los continuos cuernos que, desde su denominación, parecen cargar.