La cuna de Cervantes, Alcalá de Henares, se ha engalanado para acoger -como ocurre cada 23 de abril desde hace décadas- la entrega del Premio Cervantes, conocido como el premio con mayor transcendencia de la lengua castellana, aunque no es el que más dotación económica entrega al ganador. Este año el galardonado ha sido Fernando del Paso, que entre sus profesiones destacan la de dibujante, novelista, dramaturgo, poeta, diplomático y académico mexicano. A su vez, este 2016 coincide con el 40 aniversario del Premio y el IV Centenario de la muerte de Cervantes.
En el discurso que ha pronunciado el premiado, “casado con la literatura y amante de la Historia”, tal y como él se define, se han podido apreciar tintes literarios pero también políticos, hecho que ya anunció que sucedería el pasado 14 de abril. Respecto a este tema y la situación que se vive en su país, México, ha dedicado las siguientes palabras:
“Las cosas no han cambiado en México sino para empeorar, continúan los atracos, las extorsiones, los secuestros, las desapariciones, los feminicidios, la discriminación, los abusos de poder, la corrupción, la impunidad y el cinismo. Criticar a mi país en un país extranjero me da vergüenza. Pues bien, me trago esa vergüenza y aprovecho este foro internacional para denunciar a los cuatro vientos la aprobación en el Estado de México de la bautizada como Ley Atenco, una ley opresora que habilita a la policía a apresar e incluso a disparar en manifestaciones y reuniones públicas a quienes atenten, según su criterio, contra la seguridad, el orden público, la integridad, la vida y los bienes, tanto públicos como de las personas. Subrayo: es a criterio de la autoridad, no necesariamente presente, que se permite tal medida extrema. Esto pareciera tan solo el principio de un estado totalitario que no podemos permitir. No denunciarlo, eso sí que me daría aún más vergüenza.”
Además, el galardonado también ha hecho una clara referencia al valor del castellano, al menos, lo que significa para él:
“(…) y es que desde hace 81 años y 22 días, cuando lloro, lloro en castellano; cuando me río, incluso a carcajadas, me río en castellano; y cuando bostezo, toso y estornudo, bostezo, toso y estornudo en castellano. Eso no es todo: también hablo, leo y escribo en castellano.”
Literatura como forma, y fuerza, de vida
Después ha seguido su parlamento en torno a la literatura que más le ha influenciado, aunque no ha nombrado escritores españoles porque, tal y como ha dicho en su discurso, “no son influencias, sino que los llevo en la sangre”. En cuanto a los escritores americanos y el largo recorrido que ha realizado recordando todos aquellos autores que han significado algo para él, ha citado a literatos como Octavio Paz, Carlos Fuentes o Martín Luis Guzmán, aunque Juan Rulfo es su autor por excelencia.
Para finalizar, ha relatado sus heridas de guerra -o de vida- y así se ha podido saber que lleva 15 operaciones a su espalda, un ataque de gota y una mano zurda atenuada, que era con la que pintaba. Después de él, el rey Felipe VI ha tomado la palabra y ha recordado a los homenajeados en este año tan señalado, tales como Shakespeare, Camilo José Cela o Ramón Llull, aunque sus palabras han ido dirigidas, por encima de todo y todos, a Miguel de Cervantes.
El rey Felipe VI entregando el Premio Cervantes a Fernando del Paso / Foto: Javier Lizón
El Premio Cervantes, desde 1976
Para saber un poco sobre la historia del Premio Cervantes hay que remontarse a su génesis, en el año 1976. Este premio, ideado para realizar una distinción de la obra global de un determinado autor en lengua castellana, recalca la importancia que dicha obra ha tenido para el patrimonio cultural hispánico. Así pues, cumple ya 40 años de vida, y coincide con el IV Aniversario de la muerte del escritor que le da nombre: Miguel de Cervantes. Aun así, han sido un total de 41 premios los entregados, ya que en 1979 el galardón fue otorgado ex aequo (por igual) al español Gerardo Diego y al argentino Jorge Luis Borges.
A modo de curiosidad, cabe destacar la ‘ley no escrita’ que dictamina que cada año el galardón debe ser entregado a un escritor español y, al siguiente, a otro latinoamericano, hecho que sucede desde 1996. Además, también sobresalen las pocas mujeres premiadas, ya que, de un total de 41 entregas, tan solo cuatro han ido a manos de mujeres: María Zambrano (1988), Dulce María Loynaz (1992), Ana María Matute (2010) y Elena Poniatowska (2013).
Homenaje a Cervantes
En conmemoración de la cuarta década del Premio Cervantes, conocido como el mayor galardón literario de lengua castellana y dotado de 125.000 euros para el ganador, el jueves 21 de abril, se celebró un encuentro entre tres ‘Cervantes’, siendo estos Jorge Edwards (1999), Sánchez Ferlosio (2004) y Antonio Gamoneda (2006). La reunión tuvo lugar en la misma sala donde se entrega el Premio -el Paraninfo de la Universidad de Alcalá- y en ella se pudo escuchar a los tres literatos pronunciando un argumento en torno al Quijote y su creador, Cervantes.
Como es tradición, el actual galardonado, Fernando del Paso, dejó el mismo jueves su legado en la Caja de las Letras, custodiada en el Instituto Cervantes, habiéndole correspondido el número de caja 1501. Ahí, el escritor mexicano depositó un disco y algunos libros, entre los que se encuentra la primera edición mexicana de su novela Palinuro de México (1977), que además es su obra favorita ya que en ella se pueden apreciar muchos tintes autobiográficos. A su vez, también guardó una camisa del poeta y amigo suyo José Carlos Becerra, fallecido en 1970. Esta prenda tiene un gran significado para el premiado, ya que la consiguió cuando el poeta se la dejó olvidada en su casa y a partir de ahí la empezó a portar a modo de homenaje, pero también como fuente de inspiración, tal y como afirma el propio Del Paso.
De la misma forma que dijo el premiado en su novela Noticias del Imperio: “En la justicia se fundan los imperios”; y ojalá que esa justicia se logre en México, en España o cualquier otro lugar. Y más aún: ojalá ese imperio sea tan fuerte que ni la más corrupta y viciada de las injusticias lo pueda derribar.