Uno de los directores más versátiles y ocurrentes de nuestro cine es Javier Fesser. Precisamente con él dio inicio este Ciclo que nos cita en el auditorio del edificio de Gran Vía hasta el mes de diciembre. Su éxito El Milagro de P. Tinto del año 1998, consiguió el goya a los mejores efectos especiales en manos de Raúl Romanillos y Félix Bergés tras mostrar a España y al mundo un arte surrealista en el que el cuidado de cada material, de cada escena hace del film una obra de gran calidad. Y es que Fesser es un experto en las nuevas tecnologías cinéfilas ya que ha obtenido otros dos goyas por sus adaptaciones de Mortadelo y Filemón en la gran pantalla.
Tras proyectarse la película, el coloquio nos llevó por su carrera y la tecnología. El Milagro de P. Tinto es un film moderno, atractivo y difícil de imaginar que se hizo porque “no había nada así en nuestro país” como dijo Fesser. Trueba preguntó al director si la tecnología inspiró la película a lo que Fesser contestó: “Nosotros pertenecemos a una generación autodidacta que significa no tener ni idea. Lo que me atraía era hacer cosas que no sabemos cómo hacerlas, innovar”.
El primer contacto de Fesser con los efectos especiales viene del mundo de la publicidad, en el que se inició: “es muy habitual en ese mundo atribuirle a la labor de postproducción un valor añadido por la mentalidad que existe cuando tienes un presupuesto considerable”. Al director siempre le han fascinado los avances digitales en el cine y defiende los “efectos invisibles” en películas como Camino que “tiene un trabajo digital más elaborado que otras de mis películas pero que no se ve”. Los elementos digitales se llevan a cabo junto a un equipo amplio (director de fotografía, de producción, director, etc.)
“La experiencia de rodar películas y efectos especiales engloba varias imperfecciones de las que se aprende y que tienen que ver con el cine” Javier Fesser
“Los efectos visuales han cambiado la experiencia de ver cine haciendo que las películas sean menos espectaculares", declaró Fesser recordando películas como King Kong que eran más reales y alejadas del ordenador. Esa nueva magia del cine digital lleva a los espectadores a dar por hecho que se puede hacer de todo, por lo que actualmente el cine se centra en hacer “el más difícil todavía” en el mundo de los efectos especiales lo que lleva a grandes producciones que Fesser deja a un lado engrandeciendo las pequeñas producciones como las más valiosas.
El director está trabajando en su nuevo proyecto: una nueva entrega de Mortadelo y Filemón en la que la gran novedad será la tecnología 3D. Fesser se muestra “fascinado” rodando en ese innovador formato del que se aprende mucho. La película primero se crea con el guion normal –sin incluir animaciones-, se añaden las voces y finalmente se crean los personajes digitales. Curiosamente, la película se pensó para contar con personajes reales pero finalmente se decantó por figuras animadas. En 3D se crean los muñequitos en un proceso de 13, 14 meses, que incluye además la dirección de la película –en constante transformación- y la postproducción. “Tienes a pensar que en una película de animación todo es posible pero el presupuesto es muy importante” dijo Fesser.
El Ciclo de Cine y Tecnología continua en el Espacio Telefónica de Fuencarral el 23 de noviembre con la proyección de la película REC y el coloquio con el director, Paco Plaza. El 14 de diciembre con la proyección de la película Chico y Rita, y el debate con los directores Fernando Trueba y Xavier Mariscal y el 18 de enero con la película EVA y el coloquio con el director de la película Kike Maíllo. La entrada es libre, pero se tienen que reservar invitaciones previamente.