Fue allá por 1720 cuando Felipe V quedó prendado de la idílica tranquilidad y el entorno privilegiado de este pequeño recoveco segoviano. Como buen monarca francés sintió nostalgia del lujo de Versalles y mandó edificar en estos terrenos un palacio a modo de residencia veraniega. El resultado fue perfecto: el lujo propio de los palacios franceses y el barroco español pero conun toque arquitectónico mucho más sencillo. Con el añadido de su espectacular atmósfera: arropado por una naturaleza bucólica que nos permite adentrarnos en el bosque mientras disfrutamos de la flora segoviana y a la vez nos topamos con un espléndido lago cuyas aguas provienen de las montañas que circundan el recinto.Todo ello presidido por un palacio en el que la belleza y el lujo se aprecian en cada una de sus estancias: relojes, ornamentación, estatuas, óleos de la escuela flamenca e incluso un museo de tapices. Su lujo era tal que se decía que "Sólo el rey de España tiene un Palacio en las nubes".
Pero la magia de estos jardines no reside únicamente en la vegetación o en su lago, sino que una gran cantidad de fuentes y esculturas con representaciones de dioses y ninfasle dotan de un ambiente cargado de mitología y simbolismo. A lo largo de nuestro paseo encontramos jarrones y estatuas de mármol blanco decorando las amplias avenidas del jardín: un laberinto de senderos y rincones que desembocan en fuentes con grandiosas esculturas de color bronce. Una mezcla de colores digna para la vista al mezclarse con el mismo color de las hojas que en el mes de octubre abarrotan su superficie. Entre sus esculturas y fuentes destacan las de Neptuno, Apolo y Andróme, la Cascada de Anfítride, los Baños de Diana y la Fama.
Una de las peculiaridades de los jardines es que el agua de sus fuentes mana de manera natural de su lago llamado El Mar, llegando a alcanzar chorros de agua de 40 metros de altura. Esa es la razón por la que en épocas de sequía están paradas. Pero tan sólo tres veces al año y coincidiendo con la festividad de San Fernando (30 de Mayo), de Santiago (25 de julio) y San Luis (25 de agosto), se ponen en funcionamiento todas sus fuentes. Un espectáculo único.
Si queréis sentiros como un miembro más de la corte del primer monarca Borbón de nuestro país tan sólo tenéis que acercaros a este coqueto pueblo situado al norte de la Sierra de Guadarrama y pasear por sus fastuosos jardines llenos de magia y secretos. Recomiendo visitarlos en los meses otoñales ya que con la caída de las hojas presentan una imagen aún más bucólica y un ambiente de paz y tranquilidad idóneos para pasear.