Lo primero que hay que tener en cuenta cuando se aterriza en el Londres más estival es que su Navidad terminaantes que la española, generalmente el día siguiente a Nochebuena, por tanto inician los preparativos mucho antes que en España. Puede parecer un simplismo pero esa realidad afecta a muchas ciudades europeas que debido a esto comienzan a decorar sus calles a mediados de noviembre, e incluso a primeros de mes, por lo que no conviene dormirse en los laureles si se quiere disfrutar del ambiente navideño.
Para los amantes de las luces y la decoración en la calle hay varias paradas obligadas. La primera es Oxford Street, la calle de las tiendas recibió hace varias semanas a la Navidad con 750.000 luces led, que fueron encendidas por la cantante Jessie J, al ritmo de sus canciones y de las de otros conocidos artistas británicos.
Otros lugares que no pueden faltar en el Londres más iluminado son Carnay Street, Covent Garden, o Trafalgar Square. Esta última no solo tendrá el placer de ser el lugar elegido por la mayoría de los británicos para recibir el nuevo año, también cuenta con un gran árbol donado por el gobierno Noruego en señal de agradecimiento por dar refugio a la familia real y al gobierno de ese país durante el asedió alemán en la Segunda Guerra Mundial.
Si te gusta patinar sobre hielo, Londres es tu sitio
A pesar de que en España, cada vez se practica más el patinaje sobre hielo al aire libre, en Londres esto lleva sucediendo mucho más tiempo y es uno de los clásicos que cada año, propios y extraños, esperan con deseo.
Se pueden encontrar pistas en casi cualquier lugar emblemático de la ciudad. De entre todas ellas destacan la situada a las afueras el Museo de Historia Natural, que cuenta con un árbol de Navidad en el centro; la pista situada en el mercado navideño de Hyde Park, caracterizada por su estilo antiguo y su preciosa localización; y la de la Torre de Londres. Esta última proporciona unas vistas espectaculares de tan histórico fuerte, además de estar situada muy cerca del turístico Puente de Londres.
Las tres permanecerán abiertas hasta el día 5 de enero, por lo que si alguien está preparándose para ir más tarde conviene recordar que la pista de Canary Wharf, situada en el parque Canadá, estará abierta hasta el 16 de febrero y cuenta con unas vistas mucho más modernas al estar rodeada de torres de oficinas.
Mercados navideños para todos los bolsillos
Como todo el mundo sabe, la Navidad es una época en la que se gasta mucho dinero entre regalos, comida y decoración. Por ello existen los mercados navideños, algunos de los cuales, permiten pasar el día, o al menos gran parte de la tarde.
Londres está lleno de mercados como el de Southbank Centre, Dalton, Kew y sin duda el de Hyde Park. El parque más céntrico y grande de la ciudad recibe la navidad cada año con el precioso Winter Wonderland. En este mercado no solo se puede encontrar una pista de hielo, como se ha mencionado antes: también hay multitud de puestos con todo tipo de objetos, desde clásicos gorros o bufandas, hasta bisutería o comida. Las atracciones tampoco podían faltar, especialmente indicadas para los más pequeños de la casa, por ello Winter Wonderland cuenta con dos circos y una noria.
No solo los mercados se ponen sus mejores galas, también las tiendas hacen lo propio. Los comercios se esfuerzan por seducir a la gente desde el exterior, y uno de los que más destaca es el almacén Harrods. El clásico edificio se cubre por completo de luces de colores que iluminan la calle y atraen a turistas a su interior. Especialmente recomendado es su mercado de alimentación situado en la planta baja del edificio y que mantiene un estilo clásico muy llamativo.
Si el bolsillo lo permite, Londres es una ciudad fantástica para disfrutar de la Navidad. Estas son solo algunas de las cosas que hacen de ella una ciudad muy especial para disfrutar de las fiestas, otras serían los villancicos, las obras teatrales y musicales, sus monumentos y obras de arte, o las tiendas. En definitiva, una ciudad llena de actividades que es recomendable no perderse.