Este gallego con 4 discos en el mercado, impresionó a fans y no tan fans con su nuevo disco: Moraima. Canciones de toda su carrera musical junto a novedades del disco antes citado, encendieron un auditorio completamente lleno (más de 2000 personas) que rodeaban todas las partes de la sala. Unos asistentes que pedían a gritos el regreso del cantante a la capital después del enorme éxito de su primera actuación en la sala Joy en Abril y de una gira por toda España.
Un diálogo de tú a tú con su público, un dispositivo sentimental que consiguió sacar la alegría y la emoción, el llanto y el cariño entre todos los presentes. De silencios a canciones íntegramente cantadas por el público, Suárez se mostró emocionado, definiendo la noche como “una de las mejores de su vida”.
Junto a su banda habitual en un sonido espectacular, maestros al piano, batería, bajo y violín acompañaron al cantante. El público disfrutó especialmente con el solo de violín en manos del aplaudido Marino Saiz.
No faltaron recuerdos hacia sus amores, hacia su guitarra con 12 años en sus manos, hacia sus padres –quienes le dijeron que era un loco cuando quería dedicarse a esto de la música- y a hacia grandes genios como Pablo Milanés -al que dedicó una canción-. El tema que todos pedíamos, Números Cardinales, cerró la noche, e hizo que convirtiéramos todos algo tan trivial como una enumeración en una declaración de intenciones.