El pasado viernes 26 de abril, arrancó una nueva edición de la Feria de Primavera del Libro Antiguo y de Ocasión, organizada por la Asociación de Libreros de Lance de Madrid, y ha permanecido abierta hasta el 15 de mayo, en el Paseo de Recoletos de la capital.
A este acontecimiento, que se inició en 1977, no faltan desde entonces a su cita anual las 40 librerías participantes: 31 de Madrid, cuatro de Barcelona, dos de Granada, y otra de Sevilla, de Pamplona y de Salamanca.
El poeta, ensayista y novelista Félix de Azúa fue el encargado del pregón inaugural. El escritor acompañado por distintas autoridades locales y autonómicas estuvo rodeado también por el director de la Feria, Francisco Martínez Moncada.
La feria es una delicia para aquellos nostálgicos que quieren recuperar esos libros perdidos, los libros de su niñez, entre los que podemos encontrar los cuentos de Calleja, Elena Fortún y su inolvidable Celia, Antoñita la Fantástica, los libros de escuela, tebeos y álbumes de cromos.
Como en años anteriores, se publica una obra sobre tema madrileño. En esta ocasión se trata del libro Frente de Madrid, de Edgar Neville, que incluye un prólogo de José Esteban, trata sobre la Guerra Civil Española. El falangista Javier Navarro, destinado en la legión en la Ciudad Universitaria, un día recibe la orden de sus superiores de recorrer vestido de miliciano el Madrid republicano para entregar un mensaje a un jefe de la resistencia. Cumple la orden y aprovecha para visitar a su novia que vive en un piso de la calle Serrano, protegida por el padre de su doncella, fiel a la República. Cuando vuelve a la Ciudad Universitaria, es herido de gravedad y se refugia en una hondonada en la que se encuentra con un miliciano también herido. Juntos pasarán las últimas horas de su vida, comprendiéndose ambos en el trance decisivo y viendo la futilidad de una guerra fratricida. Llevada al cine en versión italiana primero y luego en versión española. Hoy en día una edición de esta obra clásica puede superar los 60 €.
Con precios más que asequibles y junto con una selección de importantes libros antiguos todos aquellos que pasaron por la feria encontraron primeras ediciones, algunas firmadas por sus autores, y documentos manuscritos de todas las épocas. Para aquellos que son amantes de grabados y litografías podían encontrar el más variado abanico temático: grabado clásico, planos y mapas, vistas locales, costumbrismo, ciencia, moda, artes decorativas, carteles de cine, de guerra civil, de teatro, de toros, del circo, y programas de mano.
Todo lo relacionado con el mundo antiguo del papel es susceptible de encontrarlo en esta Feria del Libro Antiguo, con más de 300.000 ejemplares al alcance de todos y con el fin fundamental de incentivar y promover la cultura del libro y la lectura.