Antonio Arenas es uno de los españoles que presenciaron el atentado del aeropuerto de Zaventem, en Bruselas, el pasado 23 de marzo. En el momento de la explosión se encontraba desayunando junto un grupo de amigos. Salió de la cafetería justo a tiempo para ser evacuado. Tras un día alojado en un polideportivo y más de treinta horas de viaje, finalmente pudo volver a España sano y salvo.
Los dos anarquistas chilenos acusados por el atentado con bomba en la basílica de El Pilar de Zaragoza a finales de 2013, Javier Solar y Mónica Caballero, han sido condenados este miércoles. La Sección Cuarta de la Audiencia Nacional les ha interpuesto una condena de 12 años de prisión y el pago de dos indemnizaciones por un valor total de 205.376 euros.
Tras varias semanas de disputa entre la Oficina Federal de Investigación (FBI) y la compañía californiana Apple por el desbloqueo del móvil de Syed Rizwan Farook, el FBI ha conseguido acceder al teléfono. El terrorista acabó, junto a su mujer, con la vida de 14 personas el pasado 2 de diciembre en San Bernardino, EEUU.
Salah Abdeslam consiguió salir de París la madrugada del 14 de noviembre gracias a los ahora detenidos Hamza Attou y Mohammed Amri, llegando a Bruselas hacia el mediodía, cuando se le pierde el rastro. El trío habría sido parado unas cuatro veces alrededor de la frontera sin haber suscitado sospechas.
Las armas y las balas siguen destrozando vidas. Los últimos atentados de Bruselas traen a la actualidad datos que ya se barajaban sobre las formas de actuar de las células del Estado Islámico en el corazón de Europa. Los hermanos Kouachi asaltaron la sede de Charlie Hebdó empuñando rifles de asalto. El atacante del supermercado judío de París, Amedy Coulibaly, lo hizo con un CZ-58, y Ayoub El Kahzzani, intentó sin éxito una matanza en agosto a bordo de un Thalys con un AKM. Bruselas se ha convertido en el mayor centro de comercio ilegal de armas de Europa. Con apenas 11 millones de habitantes, en su territorio circulan 900.000 armas, un tercio de ellas sin registrar.Los yihadistas, siguen diferentes cauces para hacerse con un rifle, tienen contactos dentro de las mafias, a menudo realizados durante estancias en prisión por delitos menores, y los compran directamente a los traficantes. En otras ocasiones, recurren a intermediarios. Coulibaly contactó con un belga que había adquirido un CZ-58 en una tienda eslovaca de armas. Los rifles están inutilizados, pero no siempre se llevan a cabo los procedimientos de forma estricta y resulta muy fácil rehabilitarlas.