Problemas territoriales, de seguridad y de política exterior son los que atraviesa actualmente Turquía. Esta situación ha llevado a Erdogán a tomar una deriva autoritaria y beligerante. En estos desafíos para la política del país otomano surgen un variado número de actores –milicias kurdas, Rusia, Unión Europea, Estados Unidos y Daesh- con los que tendrá que lidiar para tratar de solventar estas hostilidades.