“Uno de los soldados del califato en América llevó a cabo una invasión de seguridad donde fue capaz de entrar en una reunión de cruzados en un club nocturno para homosexuales en Orlando, Florida (...) donde mató e hirió a más de un centenar de ellos antes de ser abatido”, ha afirmado EI en su emisión.
Mateen, estadounidense de origen afgano de 29 años, hizo una llamada al número de emergencias de EEUU, 911, en la que declaró su pertenencia a la organización antes de llevar a cabo el atentado en el club, según el FBI. Además, ya había sido investigado en 2013 y 2014, pero el FBI no encontró entonces pruebas concluyentes contra él, de ahí que en el momento de la masacre no estuviera bajo vigilancia. El asaltante fue abatido por la policía.
No obstante, las autoridades estadounidenses afirman que aún no hay pruebas suficientes que vinculen el atentado con el EI o con cualquier otro grupo islamista. Un responsable del FBI ha declarado a Reuters que, a pesar de que Mateen pudiera tener cierta inclinación hacia Estado Islámico, es necesario investigar en profundidad.
“Este ha sido un acto de terror y de odio. Como americanos, estamos unidos en el dolor, la indignación y determinados en defender a nuestra gente”, declaró el presidente Obama desde la Casa Blanca. Obama también elogió a la policía de Orlando y afirmó que la lucha de EEUU contra EI y demás organizaciones terroristas continúa.