Según el periódico israelí Haaretz, la nueva medida afecta a casi 83.000 palestinos de la Ribera Occidental que iban a visitar a sus familiares en Israel durante el mes sagrado musulmán.
La decisión se ha tomado durante una reunión de seguridad en la madrugada del jueves, tras el regreso de Netanyahu de un viaje oficial a Moscú.
Tales medidas, incluyendo restricciones en el acceso a la mezquita de Al-Aqsa, el lugar sagrado en el corazón de la ciudad vieja, conducen a una mayor tensión con el pueblo palestino.
Además, durante la reciente ola de violencia, el gobierno de Israel ha criticado en repetidas ocasiones a las facciones palestinas que no hacen lo suficiente para acabar con los ataques