El vehículo bomba era un todoterreno cargado de explosivos que ha estallado en un mercado en hora punta en Ciudad Sadr. Las víctimas son en su mayoría mujeres y muchos de los heridos están en estado crítico, según han informado fuentes policiales a la agencia EFE. El grupo terrorista, liderado por Abú Bakr al Baghdadi, asume la autoría del atentado.
Actualmente, la seguridad ha aumentado en Bagdad, que era el objetivo de bombas a diario hace una década. No obstante, la violencia directa contra las fuerzas de seguridad y civiles aún es frecuente y los atentados más graves a veces llegan acompañados de ataques en represalia.
Además, la lucha contra Estado Islámico ha exacerbado el largo conflicto sectario en Irak, principalmente entre la mayoría chií y la minoría suní. Esta violencia amenaza con socavar los esfuerzos para derrotar a los milicianos de Estado Islámico, que controlan amplias zonas en el norte y en el oeste del país desde 2014.