Tras la reunión, el primer ministro se ha dirigido a la Asamblea Nacional francesa para manifestar su intención de recurrir al decreto tras la visible falta de apoyos, y ha afirmado que esta “es la única manera de hacer que Francia avance” y “mantenerse en el camino de las reformas que el país tanto necesita en este momento”, según recogen fuentes de Le Monde. Este anuncio viene dado tras el fracaso del último de los intentos de pactar ciertas modificaciones en pos de la mayoría suficiente para aprobar la reforma en la Asamblea. Valls tampoco cedió a ninguna de las modificaciones planteadas por su oposición en el Parlamento, según ha confirmado al rotativo francés el diputado Christian Paul, considerado como el jefe del ala crítica, quien declara que “en ningún momento se había pretendido llegar a algún acuerdo por parte del primer ministro”.
Varios sectores de la asamblea ya han anunciado que presentarán la respectiva moción de censura, que deberá ser debatida a lo largo de esta semana. Los diputados del partido socialista deberán abstenerse de votar a favor a riesgo de su expulsión del partido, aunque el líder de Partido de Izquierda, Jean-Luc Mélenchon, ya ha pedido mediante un comunicado a todo el sector progresista que avale la censura.
La noticia ha sacudido una jornada que se preveía tranquila, tanto fuera como dentro de la propia Asamblea Nacional. Charles Roehrich trabaja como interino en el complejo parlamentario, desde donde ha podido testimoniar en primera persona lo que ha ido sucediendo en las últimas semanas: “tendría sentido que la reforma, en calidad de liberal, hubiera sido propuesta por un partido de corte liberal, pero nuestro gobierno actual lo ejerce un partido de izquierdas electo en base a un programa de izquierdas, lo cual es contradictorio”. Sobre los objetivos de la reforma, este aspirante a politólogo afirma que “pese a pretender simplificar y favorecer el empleo, la precariedad a la que se ve sujeta la convierte en peligrosa, tanto para el empleado como para el empleador”. “Al final, ni la izquierda ni la derecha está satisfecha, y solo nos queda un gobierno que pretende una reforma que nadie apoya. Mucha gente verá el uso del 49.3 como un signo de debilidad, lo cual cobra vital importancia de cara a las elecciones del año que viene”. Se trata de la segunda vez que el gobierno de Hollande recurre a este mecanismo, que también utilizó Valls para sacar adelante la denominada Ley Macron, una reforma económica de evidente carácter liberal.
El gobierno dice haber integrado un total de 469 enmiendas en el texto del proyecto, y ha justificado el recurso a este artículo constitucional por la consistencia y ambición de la reforma, y con el fin de evitar “el triste espectáculo de la división debido al bloqueo de una minoría”, defendiendo un texto “fruto del compromiso” entre sindicatos que él denomina “reformistas”. Esta reforma tendría como consecuencia la fulminación del horario laboral de 35 horas semanales, un principio sagrado durante las últimas legislaturas, además de admitir la posibilidad de despidos colectivos con indemnizaciones rebajadas y dar prioridad a los acuerdos en las empresas por encima de los sectoriales. Los únicos apoyos del texto originario se daban apenas por un sector de la derecha y la patronal francesa.
Reacciones ante la decisión del presidente François Hollande
En las calles, la próxima manifestación prevista en el contexto de las fuertes protestas originadas a partir del movimiento de ‘Nuit Debout’ tendrá lugar este jueves, aunque ya se ha producido un llamamiento a tomar las calles y a manifestarse frente a la Asamblea desde el anuncio de esta mañana. “La gente no va a aceptar que se tome una decisión que concierne a todos de una manera tan antidemocrática”, opina Marta Cervasi, italiana residente en París y militante del movimiento, “pero el valor realmente importante de ‘Nuit Debout’ es la gran convergencia de movilizaciones distintas que se han reunido para sostener la causa”. “La reforma laboral no ha sido más que la gota que ha colmado el vaso, pero lo que se reivindica en este sentido va mucho más allá”, dictamina la estudiante. Frente a los cientos de manifestantes que se van congregando y el fuerte dispositivo de seguridad que rodea las instalaciones de la Asamblea, queda por ver cómo se desarrollarán los eventos en los próximos días.