El primer ministro italiano ha expresado que el plan de Vienna de cerrar la frontera con Bennero es una posición equivocada, anacrónica y no justificada por ninguna emergencia. Así, Renzi ha defendido que por ahora Italia no presenta ninguna emergencia de refugiados. Según ha dicho, Italia en 2015 recibió 26.000 inmigrantes, solo 1.000 más que en 2014.Por su parte, Merkel también mostró su rechazo al cierre de las fronteras y explicó que "no podemos abandonarnos los unos a los otros sino que debemos cooperar de forma justa", además agregó que los países en las fronteras exteriores de la Unión Europea como Italia, Grecia, Malta y Chipre necesitan el apoyo de los demás. Así, la Canciller ha insistido en que hay que repartir la carga entre los países de Europa.
En este sentido, Merkel ha indicado que "Europa debe demostrar que es una fuerza válida en el mundo” y que de la misma manera en que se han hecho avances respecto al euro, se deben realizar esfuerzos para resolver el problema migratorio y proteger las fronteras exteriores. "De lo contrario se corre el riesgo de volver a caer en los nacionalismos Está en juego el futuro de Europa", ha prevenido.
De esta manera, Renzi ha indicado que ambos países están de acuerdo en la necesidad de de tener un enfoque respecto a la inmigración cargado de valores humanos, de dignidad, para ofrecer una propuesta política como UE que sea seria, creíble y de largo plazo pero que sin embargo, no se ha logrado acordar los métodos de financiación que se deben utilizar para este proyecto.