Al menos tres centenares de personas han perdido la vida en los últimos meses en la ciudad siria de Alepo, este hecho ha obligado a EEUU y Rusia a intentar calmar la violencia acaecida en el país. Según ha declarado el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner: “Hemos observado una reducción general de la violencia, pero siguen llegando informaciones sobre la continuación de los combates en algunas áreas”.
Aún así en otras ciudades sirias se ha conseguido calmar la situación de guerra, como en la provincia de Damasco o el norte de Latakia. EEUU y Rusia han puesto en común un frente para vigilar los enfrentamientos contra la población civil. En el caso de que no cesen los enfrentamientos, se podrían masificar los desplazamientos hacia la frontera turca, alcanzando el número de 400.000 personas, ha asegurado el enviado de la ONU en Siria.
Por ello, es inevitable que Rusia y Estados Unidos presionen al régimen de Bashar Asad para que cumpla el acuerdo de tregua en Siria, ya que su objetivo sigue siendo un alto al fuego en toda Siria y no a nivel local.