Los misiles de las fuerzas rebeldes, que fueron lanzados desde la zona de Bani Zeid, alcanzaron el Hospital de Al Dabit, ubicado en la zona bajo el control de Bashar al-Ásad. El bombardeo, según aseguró el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, ha causado serios destrozos en el centro sanitario y ha dejado tres víctimas mortales y decenas de heridos. Así, esta ONG elevó el número de víctimas de los ataques rebeldes contra la ciudad a 19 muertos y 80 heridos.
Las nuevas ofensivas del día de ayer se suman a la ola de violencia que ha sufrido la ciudad en más de una semana. Dichos ataques han puesto en peligro la tregua declarada en febrero que buscaba el cese de las hostilidades. El acuerdo, que parece haber frenado el combate en los frentes de Guta Oriental, en la periferia de Damasco, y del norte de Latakia, en la costa mediterránea, no ha sido cumplido en la zona de Alepo donde la escalada de enfrentamientos se ha cobrado más de 250 muertos.
Ante estos ataques, el mediador de la ONU para Siria, Staffan De Mistura, se reunió con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, quien afirmó que un cese de las hostilidades se podría realizar en las próximas horas. Sin embargo, todavía no se ha llegado a un acuerdo.