Los submarinos son desarrollados por la empresa DCNS, compañía dedicada a la defensa naval y una de las principales constructoras navales europeas. Los subacuáticos son de clase barracuda, submarinos de ataque nuclear diseñado por la DCNS para la marina francesa.
El contrato lo ganó Francia superando a otros competidores como el alemán Thyssenkrupp Marine Systems o el consorcio japonés Kawasaki y Mitsubishi, dedicadas ambas a reparaciones y desarrollo de submarinos y buques de guerra.
El presidente de la República Francesa, François Hollande, se manifestó en twitter sobre el contrato, describiéndolo como una “elección histórica de Australia a favor de Francia y DCNS por la construcción de 12 submarinos”. Por otra parte, el ministro de defensa francés, Jean-Yves Le Drian explicó que se crearán “miles de empleos” gracias al contrato.
El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull argumentó que los submarinos “serán los más sofisticados del mundo y serán construidos aquí”, refiriéndose a su país.
Francia no solo realizó esta venta armamentística, ya que el pasado mes de febrero cerró un acuerdo de venta a Egipto de 24 cazabombarderos, misiles aire-aire y una fragata por un valor de 5.000 millones de euros.