La reducción de fondos estructurales es la medida que ha propuesto Thomas de Miziere, ministro de Interior germano, como sanción a los países que no acaten las cuotas de refugiados.
La respuesta de Bruselas no se ha hecho esperar. "Los acuerdos de cooperación y programas operativos para el actual periodo de programación no ofrecen una base legal para reducir los fondos estructurales y de inversión europeos asignados", ha afirmado el portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas.
Schinas ha rechazado así la idea lanzada por el titular de Interior germano de que la iniciativa de reducir los fondos estructurales partiera del presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker.
En declaraciones a la televisión pública alemana, el de Miziere se ha mostrado además muy crítico con la actitud de los países centroeuropeos, a los que “no les ocurre nada si rechazan acoger a los refugiados” y que “frecuentemente reciben muchos fondos estructurales de la Unión Europea”.
Todo esto se ha producido tras la falta de acuerdo entre los Estados en el encuentro que mantuvieron el pasado lunes los ministros de Interior de los veintiocho. En él, se requería la unanimidad para dar luz verde al plan presentado la semana pasada por Juncker.
Con el fin de alcanzar finalmente ese consenso, los cancilleres de Alemania y Austria, Angela Merkel y Wayner Faymann, han planteado que se celebre la próxima semana una cumbre extraordinaria de la Unión Europea. Tras la reunión del lunes, la decisión sobre el plan para reubicar a los 120.000 demandantes de asilo había sido pospuesta para el próximo 8 de octubre.