La reforma de la ley homosexual conocida como “Mata-Gays” fue propuesta en 2009 por el parlamentario ugandés David Bahali. Pero las presiones internacionales para acabar con la ayuda humanitaria en el país así como para finalizar las relaciones con la ONU, pusieron punto y final al debate en el Parlamento. De esta forma se decidió aparcar esta propuesta por el momento.
Sin embargo, el pasado mes de mayo se volvieron a reanudar las conversaciones en el Parlamento de Uganda para aprobar la polémica norma. Estas conversaciones concluyeron con el anuncio el 13 de Noviembre de 2012, de la presidenta del Parlamento, Rebecca Kadaga, de que a finales de este año se procederá a la aprobación de esta ley, ya que según apuntaba “es lo que pide la sociedad ugandesa”.
El Código Penal de Uganda y la Constitución, consideran un delito mantener relaciones con personas del mismo sexo, castigando esta práctica con cadena perpetua. El nuevo proyecto de ley que el Parlamento de Uganda pretende aprobar, no solo ratifica esa cadena perpetua, sino que incluiría una aseveración de esta ley con una condena a pena de muerte para aquellas personas que mantengan relaciones con personas del mismo sexo, de forma reincidente o que sean afectados, y por tanto portadores, de SIDA.
La aprobación de esta ley constituirá por tanto un ataque a la política internacional, ya que las bases de las organizaciones internacionales como la ONU o la UE, se basan en la no discriminación de las personas y la defensa de los derechos humanos. Estas organizaciones unidas a otras de ámbito más social como Amnistía Internacional han expresado a través de diferentes comunicados desde el inicio de la propuesta de ley en 2009 su reprobación a esta.
La ONU ha mantenido conflictos con Uganda considerando la decisión de echarla de la organización por incurrir en “una violación de los derechos humanos y amenazar el acceso universal a los tratamientos contra el SIDA”. Amnistía internacional por su parte considera “terrible” este proyecto de ley y señala que “hace caso omiso de la moral humana”.
A pesar del enfrentamiento internacional que se ha vivido por la aprobación de esta ley, no ha sido suficiente para pararla, sino que esta iniciativa que ha llevado a cabo Uganda ha creado un efecto domino que ha provocado que más países de África decidan crear leyes similares. Como ha sido el caso de Nigeria o Camerún, donde ya se llevaba una persecución de las personas pertenecientes a este colectivo.