Las puertas de la sala de Actos se abrieron a los estudiantes interesados en la jornada, aunque no todos consiguieron entrar en ciertas ponencias por el exceso de aforo. Durante las cuatro horas que duró este encuentro, los periodistas que conforman la cadena dieron a conocer el entusiasmo y la dedicación que, veinte años después, siguen conservando.
Y es que, como declara el jefe del Área de Internacional de RNE y moderador del coloquio sobre el trabajo de los enviados especiales, Juan Tato, “Radio 5 nace el 18 de abril de 1994 como respuesta a dos grandes giros acontecidos en aquél momento: las transformaciones en las relaciones internacionales tras la caída del Muro de Berlín; y los cambios en los medios de comunicación con la forma de recoger, procesar y difundir la información”. Éste compartió mesa entre las 11.00 y las 12.00 horas con Cristina Sánchez y Óscar Mijallo, ambos enviados especiales del medio en cuestión.
Radio Nacional tiene la red de enviados fijos más amplia de cualquier radio española, teniendo 7 corresponsalías en el mundo. Todos ellos comparten experiencias con los oyentes y fomentan el poder crítico mediante la información. Cristina Sánchez sorprendió a los asistentes desvelando su gran estrategia para mantener la atención de ese público: contar historias personales e individuales que sean capaces de contextualizar todo un acontecimiento. En sus palabras, “una buena historia personal puesta en una buena portada capta la atención del oyente, el lector o el televidente. Esa es la esencia del periodismo, que los sin rostro tengan cara, que los sin nombre tengan identidad y que los sin voz sean escuchados”.
Óscar Mijallo llevó a cabo una reflexión sobre lo costosos que resultan los corresponsales para la radio. En sus palabras, “la información internacional es muy cara, pudiendo rondar la crónica en directo los 1000 euros”. Además, hay que sumarle añadidos como los seguros de alto riesgo o las estancias. Y la crisis, como en todos los sectores, hace daño a esta arriesgada profesión. No obstante, reconoce que, “aunque la calidad de las coberturas ha descendido de forma vertiginosa y hay un exceso de productividad en las noticias, esto puede ayudar a los periodistas a reconvertirse y a utilizar mejor los medios de lo que disponen”.
Durante el turno de preguntas, se planteó el interrogante de posibles dificultades que se le presentan a la mujer corresponsal, a lo que Cristina Sánchez respondió que, para ella, a veces es incluso una ventaja más que un problema, “porque consigue llegar donde no llegan los hombres, a ese otro 50% de la población que sufre los conflictos: las mujeres”. Además, ante la petición de una lección para triunfar en la profesión, Óscar Mijallo alegó que es importante conocer la historia de las relaciones internacionales pero, sobre todo, lo más existencial es seguir estudiando todos los días. Finalmente, ambos profesionales se definieron a sí mismos como “obreros de la información” que asumen ir a la guerra voluntariamente con las consecuencias que ello conlleva.