El pasado 29 de abril Anna Czyż, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Silesia, visitó la clase de relaciones internacionales de Europa Central y Oriental, de la Facultad de Ciencias de la Información, para aportar a los estudiantes una visión diferente de su país, Polonia.
1989 es un año muy importante para la historia de Polonia, ya que hay un cambio decisivo en la forma de concebir la política con el paso del socialismo a la democracia. Llevan a cabo el plan Balcerowick, una terapia de choque para enfrentarse de forma rápida a la transición de la economía capitalista y, en definitiva, al mercado capitalista en su conjunto. En 1997 se aprueba la Constitución, “el acto más importante de nuestro país” argumenta Czyż; y ya en 2004 Polonia entra a formar parte de la Unión Europea. “Para Polonia fue muy importante formar parte de las organizaciones internacionales. Ser miembro de la UE fue un largo proceso”, añade la profesora extranjera.
“En la situación de Rusia y Ucrania, Alemania es el país más importante”
Durante el turno de preguntas, todas estuvieron centradas en el tema de Ucrania. Czyż comentó que la gente en Polonia está más preocupada que en España con los acontecimientos ucranianos. Además, agregó que “en la situación de Rusia y Ucrania, Alemania es el país más importante”.
La profesora también hizo una aportación sobre las tropas norteamericanas: “las necesitamos porque carecemos de fuerza, por eso quisimos entrar en la OTAN”. Cree que su país apoya al actual gobierno de transición ucraniano porque entiende que la elección del nuevo gobierno es el camino correcto. Además, Czyż añade que este problema debe hacerse internacional para que todos los países trabajen juntos. Y sentencia “el problema está dentro del país y Rusia es como el hermano mayor, somos muy reservados con esta nación”.
El 30 de abril fue el turno de Robert Radek, profesor de Ciencias Políticas en la misma universidad. Polonia es el noveno país más grande de Europa y el 63º del mundo. Radek señala la alta ineficiencia de la economía comunista y el papel significante de la iglesia que atendía las necesidades sociales más urgentes. “El comunismo se colapsó por problemas económicos” dice Radek, a lo que añade un refrán que invita a la reflexión: “si tienes un gato negro y otro blanco, no importa el color sino quién cace ratones”.
Aporta datos reveladores, como el hecho de que en las primeras elecciones sólo votó el 40% de los ciudadanos porque la democracia todavía no estaba consolidada. Pero desde 1989 ya se han celebrado siete elecciones parlamentarias generales y cuatro elecciones presidenciales.
Sobre la situación de la política actual, el profesor dice que “el sistema de partidos está congelado desde 2005 porque la derecha estaba conectada al post-comunismo y por problemas de corrupción” y añade que ahora el partido Plataforma Civil está en el centro.