Un encuentro y foro de discusión en el que acercar cuestiones a los ciudadanos de cara a las elecciones europeas de mayo de este año. Ese era el objetivo del I Café de Europa, una mesa redonda en la que la experiencia de políticos como Jose María Gil-Robles y Enrique Barón, ambos ex presidentes del Parlamento Europeo, dejaba paso a planteamientos sobre la situación actual y la opinión de la juventud de la mano de Álvaro Imbernón, de la plataforma con Copia a Europa y Carlos Uriarte, presidente de la Paneuropa juventud; liderados por Domenec Ruiz Devesa, presidente de la Unión de Europeístas y Federalistas de Madrid.
"El mayor desafío que existe ahora es que los ciudadanos sientan como suya la Unión Europea, la gente no siente que vive en Europa, sino en su ciudad o en su pueblo”, expresaba Enrique Barón al inicio de su intervención haciendo referencia al Tratado de Lisboa. Uno de los principales objetivos de este acuerdo, entrado en vigor en 2009, es modernizar las instituciones y fomentar la iniciativa ciudadana para conseguir una UE más democrática, eficiente y transparente.
Álvaro Imbernón, miembro de Con Copia a Europa, una plataforma de jóvenes europeístas críticos que ha ganado popularidad en los últimos meses gracias a su movimiento en redes sociales y charlas, consideraba que eran necesarios algunos cambios. "Queremos novedades institucionales para premiar o castigar a los representantes de la UE", afirmaba el ponente, aportando datos que situaban a los jóvenes españoles en un desinterés hacia la Comunidad Europea. "En 2009 el 75% de los jóvenes no votó en las elecciones europeas y en el último barómetro realizado, el 80% muestra desconfianza hacia sus instituciones", declaró Imbernón. “Lo que consideramos desde CCEuropa es que necesitamos dotar de legimidad a la UE, no podemos pedir más Europa si no parte de una legitimidad ciudadana”.
En una época que se ha vivido la crisis del euro y con un gran desconocimiento y desconfianza de la población hacia las instituciones europea, ¿cómo es posible concienciar entonces a los ciudadanos? Carlos Uriarte, de la organización Paneuropa Juventud tenía claro que la UE es algo que las nuevas generaciones al no tener que luchar por ello han dado por hecho y tienden a olvidar su existencia. Sin embargo, haciendo referencia a Letonia, recién entrada en la zona Euro; Lituania, que lo hará en 2015; o países como Serbia, que comenzó las primeras negociaciones de adhesión el pasado enero, Uriarte consideraba que la Comunidad Europea sigue siendo atractiva y se debe continuar trabajando en ella.
Enrique Barón, quien fuera presidente del Parlamento Europeo entre los años 1989 y 1992, opinaba tajante que el trabajo debía comenzar en los parlamentos de los países miembros. “ Lo que hay que hacer es que cada país a su nivel sea responsable de lo que le toca. El objetivo no es que haya más gente que se presente a las elecciones al Parlamento Europeo, sino que las instituciones de los propios países se tomen las políticas comunitarias más en serio, empezando por España.”
Jose María Gil-Robles, también presidente del Parlamento, durante los años 1997 y 1999, se mostraba de acuerdo con su compañero y se mostraba positivo respecto a las próximas elecciones de mayo. “No sé si tendrán más o menos participación que las anteriores, pero de lo que estoy seguro es de que ahora se discute más de Europa que antes. La sociedad civil se está movilizando en torno a estas elecciones como no lo había hecho nunca”, valoraba Gil-Robles.
Un ejemplo de esa movilización de la que hablaba era la propia mesa de debate de la que estaban formando parte, el Café de Europa, el primero de una serie de ellos que tendrán lugar en los próximos meses con representantes de los partidos políticos nacionales y europeos, profesores de universidad y representantes de instituciones europeas, con un gran éxito y movimiento en las redes sociales gracias a su hastag #cafedeEuropa. Debatir sobre Europa es fácil y accesible, basta con un “café”.