A lo largo de la exposición se cuentan todas las exploraciones realizadas por barcos españoles a lo largo de estos 500 años, y la ruta detallada de cada uno de ellos, incluyendo la primera vuelta al mundo, iniciada por Fernando de Magallanes y concluida por Juan Sebastián Elcano.
Todas estas exploraciones eran movidas por el deseo de salir de la pobreza, en busca de riquezas, el afán de aventuras, la búsqueda de avances hacia el conocimiento y la ciencia, y sobre todo, la marcada misión evangelizadora de la religión, que produjo que nuestro idioma, el español, se expandiese por el Mundo.
En esta exposición se puede conocer con detalle el modo de vida que tenían los marineros a bordo de las naves, así como los objetos que utilizaban en su día a día. Las salas que alberga la exposición cuentan con una gran cantidad de objetos históricos, cedidos por el Museo Naval, que los visitantes pueden observar con la finalidad de entender las condiciones de vida de entonces.
Las vitrinas contienen objetos de todo tipo, desde astrolabios para orientarse con la posición de las estrellas o compases para medir distancias en las cartas de navegación hasta cañones de guerra o armaduras, pasando por lujosos cálices o rudimentarias tinajas, decoradas vasijas o elegantes platos imperiales procedentes de sus viajes a Asia.
Cada rincón de la exposición es una auténtica inmersión en la historia y ayuda a entender el avance que ha supuesto tanto en la navegación como en el conocimiento. Tras aquella primera expedición, atrás quedaron las historias de monstruos marinos, pueblos de gigantes o islas de amazonas.
Además, en la sala se hallan expuestos varios manuscritos de los propios marineros, en los que pudieron plasmar con palabras sus experiencias ante tan mayúscula aventura.
Los visitantes disponen hasta el 2 de febrero de 2014 para poder contemplar semejantes vestigios históricos y adentrarse entre las olas del inmenso Océano Pacífico.