Roma, uno de los destinos turísticos por excelencia preferidos por los turistas en otoño acaba de sorprendernos con la denominada “ley anti-pannino” que prohibe comer en las calles de Roma entre 4 de octubre y el 31 de diciembre. Comer en la calle, y especialmente si se hace cerca de algún monumento como La fontana di Trevi o en cualquier lugar donde se albergue patrimonio histórico como el Coliseo o la Plaza de España podrá costarle al turista entre 25 y 500 euros. Una noticia que ha sorprendido a todos porque hasta el momento era habitual ver a los turistas y habitantes de la ciudad eterna comiendo en todo el centro de Roma, pero ahora, la ley quiere luchar por la conservación de la ciudad y el respeto a su casco urbano.