Para suplir este problema, varias asociaciones y grupos trabajan mano a mano, a fin de conseguir hacer más accesible esta ciudad. El Comité Regional de Turismo de París-Île de France, tal y como explica Thiphaine Jacquet, encargada de la Misión de Accesibilidad, “trabaja a diario cerca de los profesionales del turismo para volver este destino lo más accesible y más acogedor posible”.
El Comité Regional de Turismo está inmerso en el desarrollo de la distinción “Turismo y Discapacidad”, donde estudian la oferta turística, los eventos y actividades culturales, y analizan cómo dar una difusión de estos hechos. “Llevamos acciones de acompañamiento, de valorización de la oferta”, asegura Thiphaine Jacquet.
Esta distinción tiene como fin facilitar a las personas discapacitadas el acceso al ocio y a la cultura. Se trata de una etiqueta que asegura a los minusválidos que ese lugar, bien sea de recreo o de alojamiento, está capacitado para atender a sus necesidades. Pero además, la información se completa al especificar el tipo de minusvalía para la que está preparado, que puede ser motora, visual, auditiva o mental.
“La etiqueta es propiedad del Ministerio de Turismo francés, pero quien trabaja en ella es la asociación ‘Tourisme et Handicaps’ (‘Turismo y Discapacidades’)”, informa Dominique Rabet, representante de la asociación en París. La creación de esta entidad en 2001 supuso un punto de inflexión en la evolución de la inclusión del acceso al ocio y al turismo de las personas con deficiencias.
Gracias al trabajo que realizan el Comité Regional de Turismo de París y esta asociación, entre otros grupos, los minusválidos pueden visitar ciertos lugares culturales, alojarse en hoteles o ir a comer. Lugares que están habilitados en función de su discapacidad. Así, una persona en silla de ruedas puede acudir a Disneyland Resort Paris sabiendo que el parque cuenta con las instalaciones que necesita. O una persona sordomuda puede ir a tomarse un café a ‘Le Café Signes’ donde el personal conoce el lenguaje de signos.
Sin embargo, pese a todos los avances que se hacen para erradicar la falta de accesibilidad, la red de transportes sigue siendo un gran problema. En el caso de las personas con sillas de ruedas, la mayoría de las líneas de metro no están habituadas a ellos. Si por el contrario, prefieren tomar algún autobús no encontrarán tantos problemas. Por todo ello, en la actualidad se sigue trabajando para conseguir la libre movilidad por París de las personas con minusvalías.