Desde accesorios de decoración de gran utilidad, hasta sus abundantes menús diarios a precios irrisorios, HEMA, una empresa holandesa ya conocida a nivel internacional, alberga cada día a cientos de personas que adquieren, de un modo u otro, sus productos y servicios, convirtiéndose en una rutina prácticamente diaria en la vida de muchos ciudadanos de todas las edades, especialmente de los estudiantes.
Existen determinadas empresas destinadas a posibilitar a los estudiantes los medios necesarios para facilitar su día a día. Una de ellas es la empresa HEMA, que vende a precios muy económicos y accesibles, en relación con el nivel de vida en los Países Bajos. Determinados artículos de ropa, material de oficina, y productos para la decoración y el cuidado del hogar, son solo algunas de las piezas que conforman este universo llamado HEMA. “Es un lujo tener la tienda HEMA a nuestra disposición. Nos es realmente útil a todos los estudiantes debido a su amplia gama de productos y sus precios tan asequibles”, comenta Patricia Martín, una estudiante madrileña de 4º de Derecho y Económicas en la Universidad de Ámsterdam.
Pero estos son sólo algunos de los palos que toca esta empresa holandesa que no determina de manera clara su línea de especialización, pues ofrece productos y servicios de muy diversa índole entre sí. De hecho, también se pueden encontrar menús diarios de alta calidad a módicos precios. “HEMA me salva muchos días de la semana en los que no tengo tiempo de volver a casa para comer entre una clase y otra. El servicio es rápido, de alta calidad y muy barato, ¿qué más se puede pedir?”, explica entre risas Claudia Gago, una estudiante de 3º de Periodismo y Ciencias Políticas en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Pero Gago no es la única persona que tiene esta opinión. Sus declaraciones son refundadas por Fernando López, un estudiante de Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Valencia, a quien le parece increíble cómo se puede comer tan bien por cantidades que rondan los 2 o 3 euros. “Mi plato favorito son las salchichas ahumadas, características entre todos los platos que ofrece la carta, pero hay mucha variedad para elegir”, confiesa. Otras degustaciones célebres de esta tienda son las empanadillas de salchicha (“saucijzenbroodjes”, como se denominan en holandés), o los famosos pasteles con pudin de crema recubiertos con un dulce rosado, cuyo nombre técnico es “toumpouce”.
Pasado y presente de la compañía
La primera tienda HEMA abrió sus puertas en la capital de Holanda, Ámsterdam, en el año 1926; y lo hizo con el concepto de consolidarse como unos grandes almacenes en los que el poder adquisitivo de los individuos no fuera un factor determinante a la hora de comprar, de acuerdo con los datos del blog La Zapatilla. Pero lo cierto es que esta marca holandesa extiende su dominio no solamente por los Países Bajos, pues también posee establecimientos en otros países europeos como Bélgica, Alemania, Francia, Luxemburgo y España. Este último ha sido el último de todos en ser “colonizado” por la cadena, abriendo su primer establecimiento el pasado 2 de abril en el número 140 de la famosa Calle Fuencarral de Madrid. De hecho, en declaraciones a Europa Press, el director ejecutivo de HEMA, Ronald van Zetten, destacó estar “muy orgulloso de poder abrir el primer establecimiento en España, en esta calle tan céntrica de la capital”.
En cualquier caso, es en Holanda donde tiene una mayor implantación, puesto que, partiendo de la base de que es la cuna de esta cadena, no hay ciudad en el país, por pequeña que sea, que carezca de una tienda HEMA. No obstante, es en las urbes más universitarias, véase Groningen, donde tiene mayor influencia debido a la gran corriente de estudiantes que predominan en las mismas, y no es para menos. ¿O acaso alguien sería capaz de resistirse a disfrutar unos productos y servicios de tan alta calidad y a unos precios tan tentadores?